Arañas de Marte

Opinión:

Ambientada en un futuro cercano (de eso nos enteramos por pequeños detalles tecnológicos que hoy aún no son realidad) y en la ciudad de Valencia, vivimos las varias vidas de una mujer holandesa que en pleno duelo por la pérdida de su hijo pequeño parece volverse cada día más loca. La cuestión es ¿cuál de las realidades es la verdad?

Hanne vive el duelo de la pérdida de su hijo pequeño sufriendo un shock que la hace vivir distintas vidas, sin ser consciente de cuál es la real. Un horror íntimo, privado, que no sólo le afecta a ella.

Vemos a Hanne tras el duelo, pero también la vemos con su hijo, incluso presenciamos la vida del hijo adulto. Conoces bien a Hanne mientras lees porque presencias muchas situaciones. Le acompaña Arnau, su hijo Joan y su madre (llamada Hanne también) que, en cierta forma, es clave en la novela aunque no lo parezca. Es por eso que mientras lees la novela no tienes muy claro qué estás leyendo. Esta fantasía oscura de Guillem López puede desconcertarte, hacerte pensar que es una historia de universos paralelos -por ejemplo, eso fue lo que pensé yo durante bastante tiempo-, hasta que recuerdas que en la contraportada del libro dice que todo cobra sentido al final con una revelación sorprendente. Así pues, si tienes curiosidad -y en mi caso la tenía- acabas terminando la historia para saber a qué estás asistiendo.  Es más, la imagen de portada cobra todo el sentido del mundo cuando terminas "Arañas de Marte",  y es de chapeau.

En la novela Guillem López utiliza mucho el simbolismo, relacionando una vida (de Hanne) con otra (alternativa), y siempre hay detalles en una que coinciden en la otra, aunque no siempre de la misma manera. Los agujeros negros (y esta fue una de las cosas que me hizo pensar en los mundos paralelos) aparecen de diversas maneras, pero unas veces son más surrealistas u oníricos y otras cobran más sentido.

Sin duda durante la lectura conoces el horror, pero un horror personal, privado, íntimo y desgarrador. Aunque no es una lectura que cualquiera acepte -porque hay gente que lo quiere todo masticadito y no busca que le sorprendan porque no le apetece comerse el tarro- ésta de Guillem no es fácil, pero no lo es porque no es clara del todo. No significa que no se exprese bien si no que ha sabido jugar al surrealismo y que éste sólo tiene sentido al final. Puede que debido a ello no sea una novela redondísima ya que en algunos momentos, he de admitir, yo misma me he perdido y me he preguntado qué necesidad había de meter equis frases en la novela, pues sonaban más a adorno lírico que a necesidad literaria, pero creedme que ha hecho que quiera leer algo más del autor. Otra cosa es que el final os quede claro. Sugiero que luego le preguntéis al autor porque ni yo estoy segura de haberlo entendido.

De él tan sólo había leído hasta ahora "Piensaciertos" (Algón, 2013) que no es una novela precisamente (se trataba de una edición limitada muy original y bonita basada en reflexiones), y en la web tenemos reseñados dos libros suyos históricos.

"Arañas de Marte" me llegó con un libro que solicité a Valdemar de Ismael Martínez Biurrun. Lo tenía en mi pila de libros y me preguntaba si podría leerlo algún día, pero como es lógico al final acabo colando algún que otro libro y me alegro de haberlo recuperado y haberlo leído.

Si buscas una lectura sencilla de esas que en realidad no aportan mucho más que un rato de entretenimiento, esta no es tu novela, sin embargo he de decir que se lee con sorprendente rapidez y soltura. Yo me la he leído en dos tardes.

Y  la edición de Valdemar es preciosa: tamaño bolsillo, tapa dura, con una ilustración en portada de Santiago Caruso y su innegable mimo en la edición. Siempre he dicho que Valdemar es una de mis editoriales favoritas por los temas que trata. Se prodiga poco, pero estas ediciones de bolsillo me parecen preciosas en comparación con otras peor editadas.

Si queréis que la literatura os sorprenda de verdad, ya es hora de que os atreváis con "Arañas de Marte". Luego ya decidís si es lo vuestro o no.

Anika Lillo