Anika entre libros

Anna Karénina

Ficha realizada por: Lidia Casado
Anna Karénina

Título: Anna Karénina
Título Original: (Anna Karénina, Áнна Карéнина 1877)
Autor: Leon Tolstói
Editorial: Penguin clásicos
Colección: Penguin clásicos


Copyright:

© Herederos de George Gibian, 1966

© Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U, 2016

© por la traducción, Irene y Laura Andresco

© Júlia Sabaté Font, por la traducción de la introducción

Traducción: Júlia Sabaté Font
Edición: 1ª Edición: Febrero 2018
ISBN: 9788491051930
Tapa: Blanda, bolsillo
Etiquetas: religión clases sociales clásicos educación crítica social exclusión drama novela dramática espiritualidad mujeres hombres literatura rusa novela novela dramática realismo siglo XIX jet set discriminación sexual aristocracia vida rural paternidad matrimonio concubinas patriarcado infidelidades maternidad sociedad rusa amantes matrimonios de conveniencia novela psicológica política rusa doble moral folletín hipocresía
Nº de páginas: 1040

Argumento:

En este amplio y profundo reflejo de la sociedad rusa del siglo XIX, encontramos el protagonismo de dos parejas que, hasta cierto punto se oponen: la formada por Anna Karénina y Alekséi Vronski (un amor condenado socialmente por la infidelidad de ella) y la de Kitty Shcherbátskaya  y Konstantín Lievin (una pareja feliz, que ha sufrido sus altibajos pero cuya trayectoria podíamos considerar dentro de la normalidad: noviazgo, matrimonio, paternidad...).

A través de estas dos historias de amor, Tolstói nos hablará de hipocresía, de egoísmo, de solidaridad, del enamoramiento, de la infidelidad, de la decadencia del amor y de la desesperación más absoluta.

 

Opinión:

 

"Anna Karénina" es una de esas novelas cuyo argumento conoces al dedillo antes de comenzar su lectura (incluso, de sobra conocido es su final) pero que, aún así, es capaz de sorprenderte en cada página. Y lo hace porque la obra de Tolstói va mucho (muchísimo) más allá de la imagen que tenemos de esta, su obra cumbre.

Para empezar, la novela no se reduce solamente a hablarnos de la historia de amor entre Anna y Vronski. Sí, el peso de esta trama es fundamental y, de hecho, da título a la obra, pero en ella hay mucho más. De hecho, el autor ruso utiliza a otra pareja (la formada por Kitty y Lievin) no solo para ofrecernos un contrapunto sobre lo aceptado socialmente y lo que no (o lo moralmente correcto o las parejas "sanas" y las tóxicas, llamémoslo como queramos) sino que todo lo que tiene que ver con esta segunda tiene más peso y da lugar a más subtramas que la protagonizada por Karénina. Tanto es así, que algunos estudiosos han visto el paralelismo entre la trayectoria vital de Lievin y del propio Tolstói de modo que personaje y autor podrían asimilarse. Al menos, hasta cierto punto.

Pero vayamos por partes y empecemos por la pareja protagonista, la de Anna y Vronski. Ambos se conocen cuando la primera acude a echar una mano al tocado matrimonio de su hermano con la hermana de Kitty. En realidad, Vronski cortejaba a Kitty y, de hecho, en un primer momento, rechaza la oferta de matrimonio de Lievin porque esperaba que el conde se lo pidiera. Pero cuando Anna se cruza en su camino, ni el hecho de estar casada puede evitar que surja entre ellos un amor huracán que acabará por poner sus vidas patas arriba.

Es muy interesante comprobar el proceso de ese amor, cómo va surgiendo, cómo se va consolidando (pese a quien pese, y en este caso, pesa a mucha gente), cómo se va puliendo, a qué problemas se va enfrentando y cómo se va degenerando. En este sentido, tan importante es la desigualdad que, en el fondo, existe dentro de la pareja (una desigualdad, obviamente, propiciada por la sociedad y la época y su forma de entender los roles diferentes entre hombres y mujeres en el seno de ellas) como las terribles consecuencias que, al menos para Anna, tiene su elección.

En este sentido, la crítica social está clara: Anna tiene que pagar un precio altísimo por la apuesta por la felicidad que realiza. La protagonista rompe con un matrimonio infeliz realizado casi por obligación (o, al menos, por obligación social) que lo único bueno que tenía era el hijo que le había dado y decide hasta dejar a ese hijo atrás en pos de la felicidad que siente junto a Vronski (y nótese aquí también la reflexión sobre la maternidad que Tolstói propone en su texto y el pie que da esta situación a que se juzgue socialmente a Anna como mala madre por ello). La ruptura está aquí justificada por el amor puro e incondicional que siente los amantes y por esa persecución de la felicidad. En cambio, las consecuencias son desastrosas para Anna: repudiada por la sociedad, Karénina ha de resignarse a vivir aislada de casi todo el mundo. Sin embargo, Vronski no sufre el mismo castigo.

Como tampoco lo sufre el hermano de Anna, Oblonski, infiel sistemático que hace infeliz a su mujer Dolly con su actitud pero no es cuestionado socialmente en ningún momento. Es más, en muchos momentos se plantea el tema de la belleza (y la pérdida de ella que conlleva la maternidad sucesiva) como excusa para esas infidelidades. De hecho, hasta la propia Anna renuncia a ser madre de nuevo para no perder su belleza y seguir, así, gustando a Vronski, en su obsesión por retenerlo a su lado.

Tolstói pone frente a nuestros ojos, pues, la clara desigualdad entre hombres y mujeres de la sociedad y su doble moral; incluso, su hipocresía. Un tema que, además, se ve apoyado por el debate recurrente en la novela sobre la conveniencia o no de extender la educación de las clases bajas y de las mujeres.

Y es que la política y el análisis exhaustivo de las desigualdades sociales entre unas clases y otras es otro de los grandes temas de esta novela. Un asunto que aparece en muchas ocasiones en la obra y que da pie a subtramas de gran interés.

Asociada a esta dicotomía entre clases sociales también otra de las grandes oposiciones de la obra: la que separa la vida en el campo de la vida de la ciudad. Tolstói refleja con exactitud y copiosidad ambas y contrapone los valores de una y de otra. No hay juicios del narrador que nos obliguen a pensar en las bondades de una y los pecados de la otra; el lector habrá de sacar sus propias conclusiones. Pero sí es cierto que la elección final de Lievin nos permite ver cuál es la postura del propio autor.

Hablando de Lievin, no podemos dejar de hablar de esa otra pareja que Tolstói opone a los amores de Anna y Vronski. Kitty sufre las consecuencias psicológicas de haber rechazado a Lievin y este padece los infortunios del desamor. Pero ambos consiguen llegar a estar juntos, formar una pareja sólida y hasta probar las mieles (y/o de las decepciones de ser padres, porque hasta sobre ello reflexiona el autor). No es una pareja idílica en el sentido de compenetrarse a la perfección y de que no haya desacuerdos entre ellos, pero sí es una pareja real, con sus fases de acoplamiento y sus problemas. O por lo menos, un reflejo literario bastante verosímil de una pareja real.

Finalizo la reseña hablando de la traducción y la nota introductoria de esta edición (que en enero de 2018 alcanzó ya su cuarta reimpresión). Respecto a la primera, la consideración hacia las hermanas Irene y Laura Andresco viene de un profundo conocimiento de la lengua y la cultura rusa que, en mi opinión, se deja notar claramente en el trabajo que han realizado con este "Anna Karénina". Y respecto a la introducción que firma el que fuera catedrático en la Universidad de Cornell y estudioso de la literatura eslava, George Gibian, me ha hecho pensar mucho en el manejo de las emociones humanas que Tolstói lleva a cabo en la novela, así como de uno de los apuntes que más interesantes me han parecido de este texto de Gibian: cómo muchas veces (como en la vida misma) los personajes no son capaces de identificar o asimilar lo que sienten y es el narrador el encargado de poner cada cosa en su lugar, al menos para el lector.

Así pues, no podemos reducir una obra como esta al mero desarrollo de una de las infidelidades más famosas de la literatura universal porque "Anna Karénina" es mucho más que la trayectoria emocional de la protagonista que da título a la novela. La obra es el puro reflejo de una época y una sociedad y de los pensamientos y convicciones más profundas del autor, reflejadas en ella gracias a las reacciones y diálogos de los personajes. Una novela, pues, tan rica como extensa y profunda que ha pasado a la Historia de la Literatura Universal con todo merecimiento.

Lidia Casado

 

 

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