Aniquilación. Trilogía Southern Reach I

Opinión:

Si lo normal es que me refiera a los aspectos de la historia cuya presencia sea importante, con "Aniquilación" lo mejor es empezar por lo contrario. Las ausencias se constituyen en lo más determinante de la trama. Incluso se percibe que esa es su característica principal y también la causa principal para su éxito social.

No hay un solo nombre propio en toda la novela. Ni siquiera las protagonistas tienen nombre y la única identificación con que se nos muestran se refiere a su profesión. No se trata de que no lo utilicen, sino que han sido condicionadas para dejarlo atrás, en el lugar del que proceden. Mi idea, y solamente a título personal, que puede ser diferente de otras opiniones, es que eso allí podría ser una vulnerabilidad.

Tampoco hay información sobre el lugar donde están más allá de un mapa, que se manifiesta incompleto al no incluir una gran estructura que recibe diferentes definiciones por ellas mismas.

Con esas premisas y un entorno alucinante, o sea, de clara alucinación personal o colectiva, ya no sabes lo que es real, lo que es una implantación hipnótica a saber por qué motivo o lo que es un recurso de la mente para salvaguardar la propia cordura. Llega el momento en que ni la misma persona tiene ninguna seguridad acerca de sí misma, ni de lo que le rodea.

Tal como he mencionado antes, esa constante indefinición, con innumerables huecos vacíos de información y que admiten múltiples aportaciones diferentes para su relleno, es lo que en buena parte ha propiciado que la trilogía Southern Reach se convierta en una saga de culto, pues los seguidores pueden dar todas las ideas que se les ocurran. Y también los lectores que descubran por primera vez este mundo de "Aniquilación" se sentirán impulsados a intentar esclarecer lo que ocurre en el Área X. 

Selin