alacrán enamorado

Opinión:

Con el  boxeo como tema de fondo , Carlos Bardem aborda dos historias distintas que despiertan un interés desigual. En una de ellas, la más atractiva, narra los éxitos y el declive de Carlomonte, un boxeador ahora convertido en borracho, que desgrana sus historias a cambio de bebida. Gracias a él podemos asomarnos a las luces y las sombras de un deporte denostado y arriesgado, a una época dorada de púgiles y combates que estremecían a todos los aficionados.
 
La otra historia, cuyo nexo es el mismo Carlomonte, se sitúa en el Madrid actual y los protagonistas también se mueven en el entorno pugilístico. Pero el boxeo es en esta ocasión sólo un escenario donde se desarrollan una serie de dramas de mayor envergadura. Así, Carlos Bardem trata el tema de la pederastia, las drogas, el neonazismo, la inmigración clandestina, la prostitución, el racismo, el desempleo, los malos tratos, el alcoholismo... todas las lacras de nuestra sociedad empaquetadas en una misma historia, una crítica social que no ha querido dejarse nada en el tintero.
 
El abuso de tantos males al mismo tiempo, condensados en una misma historia y un mismo lugar, resulta un poco apabullante para el lector, que no sale de una para meterse en otra. Pese a que en la realidad dichas situaciones pueden darse todas al mismo tiempo, se habría agradecido un poco más de ligereza o un menor énfasis en algunas de ellas, especialmente para no resentir el ritmo de la historia.
 
Personajes marcados por sus circunstancias se mueven en un entorno cargado de violencia y desarraigo, con algunos atisbos de esperanza que en ocasiones logran congraciar al lector con la trama, pero que no consiguen capturar del todo su atención.
 
Algunos personajes mal aprovechados y algunas situaciones un tanto inverosímiles restan puntos a una novela que explora una realidad que se esconde en los barrios de todas nuestras ciudades. Y es en ese retrato duro, cruento y desangelado, donde Carlos Bardem exprime sus dotes narrativas.
 
Pilar Alonso Márquez