Adeline

Opinión:

"Adeline", de la autora María Solar, es un homenaje moderno a "Carmilla", el primer clásico de vampiros, de Sheridan Le Fanu.

La historia nos lleva a tierras gallegas, lugar de mitos y leyendas, para narrarnos una historia juvenil de vampiros. Me encanta que los lectores jóvenes puedan adentrarse, con novelas como esta, en el mundo de los no muertos.

Y digo juvenil por su protagonista principal, Laura, una joven que tiene la maldición (o el don, según se mire) de ver a los muertos. La manera en que los verá es verdaderamente escalofriante, de ellos queda la forma violenta en que murieron, la sangre, miembros cortados, y María, la autora, dejó allí escenas fuertes, como es de esperar en una buena novela del género.

Dos escenarios a seguir: Madrid, donde estudia Laura; allí sabremos de sus compañeros de piso, concretamente de Rodrigo, que más adelante será un personaje importante en la trama. Esa parte se lee con cierta tranquilidad, y los sobresaltos llegan con las visiones de algunos muertos, y el regreso de ella...

¿Y quién es ella? Una joven de melena negra, de belleza marchita, rostro blanco como la cera y ojos rojos como el fuego... llamada Adeline.

Aquí la autora enlaza pasado y presente. El pasado de cuando Laura, de pequeña, vivía en el Pazo con su familia. Ella empezó a ver a los muertos, desde que le ocurrió un hecho inexplicable, hallar a una mujer a los pies de su cama... la propia Laura le dará permiso para calmar su miedo. Todo eso quedará en su memoria mientras que, en la actualidad, intenta ser una más, vivir como una chica común y corriente, aunque pueda ver el terror puro.

Un pazo maldito, un cementerio de cuya tumba antigua susurra una voz extranjera, junto a la llegada de los lobos. Es entonces cuando la narración se siente menos juvenil, y leeremos momentos de sobresaltos sobrenaturales, que logran erizar la piel, ponernos los pelos de punta. María sabe perfectamente mover los hilos de una trama de terror, usar detalles que yo no los llamaría clichés, porque son auténticos escenarios donde los vampiros se desenvuelven, y que hacen que la lectura se sienta maravillosa. Cierta leyenda que no lo es tanto, verdades calladas de unos hechos terribles que ocurrieron hace muchos años, de una madre e hija que llegaron de tierras lejanas con un secreto terrible en sus entrañas.

Me encantó, como gran amante del vampirismo que soy, que usara como escenario a un antiguo pazo gallego, enorme, que recuerda mucho a los típicos castillos donde habita el vampiro. La antigüedad de sus piedras oscuras y grises, de esos gruesos muros rodeado de bosques, apartado de otros vecinos, le dio autenticidad a la atmósfera tétrica que envuelve la trama. Lobos que salen a devorar gente, moscas que son el símbolo de la carne podrida, de la muerte, que entran y salen de debajo de la puerta de una habitación, bañeras antiguas teñidas de sangre, todo ello en una narrativa en tiempo actual quedó más que perfecto, se sentía regresar al vampirismo antiguo, al de siempre, el que más nos gusta y más nos asusta.

Adeline y Laura, dos hermosas jóvenes que sienten una atracción especial, aunque una de ellas tiene su propio plan, que lleva años esperando para materializarse. El padre de Laura y la criada comienzan a sospechar de su invitada, mientras nuestra protagonista sabe quién es en realidad, pero la quiere a su lado, la desea, la necesita tanto como respirar.

El lector entenderá que existe allí una nefasta influencia de dominación, un oscuro juego pasional, pero, aun así, al menos por mi parte, sentí empatía con el ser antinatural... ¿Quién no desea vivir con compañía? Pero esta es una historia de derramamiento de  sangre fresca, y el padre de Laura, su criada, Rodrigo y un anciano profesor de antropología, que reconoció a Adele en un retrato, unirán fuerzas para terminar con aquella amenaza del más allá, que nunca debió regresar.

Capítulos cortos que hacen que las páginas pasen rápido, cada nuevo capítulo lleva un nombre o frase de lo que será protagonista o tendrá mayor importancia en ese tramo de la lectura.

Disfrutaremos de una auténtica vampira de la Europa del Este, altiva, soberbia, amante de lo bello y fino, pero también con sentimientos humanos. A veces queda la sensación de que los monstruos somos nosotros mismos.

Sabremos para qué quiere a Laura, y eso no hará que la historia pierda interés; al contrario, necesitaremos conocer ese desenlace. Algunos hechos rozan el otro lado del velo, y la propia escritora los dejó sin explicación, formando parte del propio misterio. Lo humano contra lo no humano, contra los no muertos. ¿Quién es el más justo?

El último capítulo, la gran decisión final.

Un final que estoy segura os gustará y es que ya lo dijo Drácula: ¿Crees en el destino? ¿Que hasta los poderes del tiempo pueden ser alterados por un propósito? ¿Que el hombre con más suerte en este mundo es aquel que encuentra el amor verdadero?

Muy recomendada.

Violeta Lila