Si me llegas a olvidar

Opinión:

Gracias a Rosana Corral-Márquez hemos podido conocer a María "La jabalina", personaje real que vivió en el Puerto de Sagunto y de la que el historiador Manuel Girona había escrito su biografía: "Una miliciana en la Columna de Hierro. María La jabalina".

Es a partir de esta biografía de donde Rosana Corral-Márquez saca el material para "Si me llegas a olvidar", avisándonos de que es una ficción literaria pero basada en hechos reales.

Las costumbres, las condiciones de vida y hasta la forma de hablar de la época en Valencia, quedan muy bien retratadas en este libro. Los capítulos no van ordenados cronológicamente, por lo que es poco a poco, como si uniéramos las piezas de un puzzle, como nos vamos enterando de la historia de María: desde 1931 hasta 1942 se nos cuenta cómo se hizo anarquista, cómo participó en la Guerra Civil y por qué fue encarcelada.

A pesar de lo que el argumento sugiere (grandes aventuras, luchas políticas, dobles amores...) he de decir que el ritmo del libro se me hizo, en general, muy lento. Me resultó también difícil de entender la doble historia de amor de "La jabalina" con Pedro y con Rico el anarquista, ya que este último personaje resulta tan engreído e insoportable que parece increíble que pueda competir con Pedro por el amor de María.

Mención aparte merece el personaje de Isabel Lacruz, madre de María, siempre dispuesta a visitarla con sus tarteras de lentejas aguadas o sus mendrugos de pan, y que se debate entre sus ideas tradicionales y el amor a su hija, con la que puede que no comparta su forma de actuar, pero a la que nunca juzga. Es el personaje más entrañable; cada vez que llama a su hija encarcelada "hijica" hace que se nos encoja el corazón.

Ya al final del libro la historia coge interés y es cuando la escritora logra emocionarnos y mantenernos con el corazón en un puño hasta el desenlace. Me ha gustado el que no es un libro de buenos "muy buenos" y malos "muy malos", sino que trata sobre personas que viven una época muy difícil y que son capaces de lo mejor y de lo peor, pero que no son tratadas como meros estereotipos.

Zulima Camblor