¡Zatch Bell! 2

Opinión:

Kitsune manga nos trae el segundo tomo de la edición kanzenban de ¡Zatch Bell!, del autor japonés Makoto Rauki.

Ya conocimos a Kiyomaro, un estudiante inteligente que recibe un extraño regalo de su padre: un niño demonio y un libro de hechizos que solo él puede descifrar. Zatch Bell sigue con amnesia y no recuerda su pasado, pero su amistad con Kiyomaro va creciendo. Juntos se han enfrentado a varios adversarios y tienen un objetivo común, que Zatch se convierta en primer rey de los mamodos bueno.

Por ahora, van por buen camino, pero a medida que avanza la competición los enemigos son más poderosos ¿Podrán acabar con ellos y conseguir su objetivo?

En esta ocasión las batallas serán más interesantes, pues los adversarios son más fuertes y tendrán que tirar de ingenio para vencerles. También descubrirán que no todos son enemigos y que, a pesar de las circunstancias, un aliado podría ser beneficioso.

El humor sigue estando muy presente, pero también otros temas como el acoso escolar y las secuelas que deja, la manipulación, el ansia de venganza, la ambición… y otros más amables como la amistad, la lealtad o la importancia de la familia.

La edición está muy cuidada. Cuenta con ilustraciones en blanco y negro muy expresivas y con mucho movimiento, y unas pocas páginas en color donde podremos apreciar en detalle a los personajes. Mencionar también la calidad de la traducción al castellano, con una muy buena adaptación idiomática.

Cuenta con un gran elenco de personajes secundarios -algunos nuevos y otros viejos conocidos- que nos regalarán buenos momentos. Da la impresión de que estos últimos tendrán pronto un papel más relevante.

La evolución de la pareja protagonista es notable, se aprecia su unión y cercanía, y esa confianza se refleja en las batallas. Fuera de ellas también vemos un cambio, sobre todo en Kiyomaro, que parece haber roto un poco su caparazón y es capaz de relacionarse mejor con sus compañeros de clase. Zatch Bell, por su parte, sigue explorando el mundo a su manera.

El ritmo es muy bueno y la competición no da tregua. A pesar de ello, veremos algunos momentos más distendidos, haciendo que la lectura sea mucho más amena.

Y poco más que decir… este segundo tomo mantiene el nivel, con personajes en plena evolución, buenas dosis de acción y tensión constante. Deseando leer el tercero.

Mónica CZ