Y entonces nos perdimos
Título: Y entonces nos perdimos
Título Original: (This was our pact, 2019)
Autor: Ryan Andrews
Editorial:
Astronave
Copyright:
© Ryan Andrews, 2019
© Norma Editorial, S.A., 2019
Rotulación: Ro Vargas
Traducción: Alba PagánIlustraciones: Color
Edición: 1ª Edición: Noviembre 2019
ISBN: 9788467936445
Tapa: Dura
Etiquetas: adolescencia magia amistad estrellas aventuras complejos fantasía género fantástico literatura estadounidense perros 8 años 9 años 10 años 11 años LIJ comic osos imaginación hechizos amigos pactos cuevas animales que hablan intraterrestres
Nº de páginas: 336
Argumento:
Ben corre con sus amigos en bicicleta. Siguen a los farolillos que han soltado desde un puente, al agua, durante la fiesta del equinoccio de otoño. Su idea es no romper el pacto que han hecho, que se resume en no rendirse ni mirar atrás. Al grupo de amigos les sigue otro chaval, pero para los amigos de Ben es poco más que un apestado. Se burlan del chiquillo, y Ben no se atreve a defenderlo porque harían lo mismo con él.
Curiosamente será con él, con Nathaniel, y no con los demás con quien correrá las más sorprendentes aventuras, con quien conocerá a un oso que habla o a una diminuta mujercita capaz de hacer pociones de lo más extrañas.
Opinión:
Este es uno de esos libros que me llegó por sorpresa, que no esperaba, que llamó mi atención por la fantástica encuadernación y las imágenes de interior, y que hoy agradezco porque ha sido un descubrimiento y algo positivo para recomendar a quienes tengáis alrededor niños de a partir de 8 años. 9 dice la editorial, pero todos sabemos que eso depende mucho del niño, si ya es lector o no lo es. Yo os diría que la franja de edad puede ser de 8 a 11 pero que aquí, esta adulta, lo ha disfrutado muchísimo.
El título original de este cómic es "Este era nuestro pacto", y hubiera estado bien pero está mucho mejor el que le han puesto en español: "Y entonces nos perdimos". El primero da una idea de la unión entre amigos, pero curiosamente durante la novela lo que sí perdura es la aventura, el hecho de que se pierdan y vivan cosas intrigantes. Así pues, el título en español es más acertado porque dice más de lo que hay dentro.
Novela gráfica de fantasía pura: aprovechando la complejidad de las amistades y los complejos propios de los niños que están a punto de alcanzar la adolescencia y empiezan a sentirse presionados por las burlas de otros, el autor hace un recorrido fantástico (e irreal) maravilloso, que te deja pegado a sus páginas. O viceversa: aprovechando la ambientación fantástica, Ryan Andrews nos habla de las cosas que nos perdemos cuando no damos un paso adelante y nos dejamos vencer por la cobardía y la injusticia.
Ben tiene suerte, el que se queda con él, el que no desiste en la aventura, es Nathaniel. De hecho es este chaval el que disfruta de verdad de la vida, el más alegre, honesto, simpático, inteligente y divertido de todos. Vive con intensidad las cosas que le pasan (hacerse amigo de un oso o bañarse en la oscuridad de una cueva alumbrada por falsas estrellas, por ejemplo) y es leal a su amigo. Esto hará que poco a poco Ben, el acomplejado, el que tenía miedo de defender a su amigo, empiece a vivir también como deben hacerlo los niños: con curiosidad e ilusión. Y gracias a lo que se alarga la aventura tendrá también la oportunidad de demostrar que no es egoísta ni cobarde, que solo necesitaba un empujoncito para dar un paso adelante y ser feliz.
Una novela de fantasía mágica más que recomendable. Imaginación pura y agradable.
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