Una familia como otra cualquiera

Opinión:

Gauss tiene una familia muy poco convencional. Olimpia, su abuela, adoptó a su madre cuando ya tenía doce años. Leonora, su hermana, es hija de un padre diferente al suyo, y por eso tienen apellidos diferentes. Y él, por mucho que pregunte, no sabe nada sobre su padre.

Junto a esta duda existencial, Gauss es un niño curioso y muy espontáneo. Lo que piensa es lo que dice y, si le preguntan, no puede mentir. Eso de decir la verdad le trae más de un problema. En más de una ocasión ha provocado que su abuela o su madre se sonrojen delante de alguien. No soporta a su hermana desde que está enferma de adolescencia. Eso sí, adora ver la tele sin voz junto a su abuela. Y Azzurra, aunque esté enferma, es su novia y algún día se casarán.

"Una familia como otra cualquiera" narra la historia de un niño que además de tener las preocupaciones normales como el colegio, cuándo crecerá, las burlas de los compañeros, la niña que quiere como novia, etc.., tiene una duda existencial. Necesita descubrir sus raíces y saber el motivo por el que su padre lo abandonó. El libro está lleno de las ocurrencias y la frescura de un niño con inocencia, lo que provoca más de una sonrisa. El libro plasma la importancia de la familia, cómo marca a las personas y su peso en el día a día.

A veces, saber la verdad no nos hace más felices. Esto es lo que descubrirá Gauss. Su abuela ya se lo decía: "padre es quien te cría y quien está ahí". Tendrá que madurar de golpe y, sobre todo, valorará a la familia que lo quiere y que está ahí.

Es un libro con un estilo sencillo y fácil de leer. Las ocurrencias del personaje sacan alguna sonrisa. Y la familia entera representa una familia nada convencional, dispuestos a vivir al margen de las normas sociales y sin ninguna orientación religiosa. Quizá el mensaje del libro sea que lo importante es el amor.

Ana Machancoses