tolstoi, un cuento de hadas

Opinión:

Esta no es una novelita como la mayoría, se nota que hay una intención clara de conectar con el lector a nivel personal, y me ha sorprendido. Desenfadada, la niña cuenta cómo se acerca a un vagabundo, cómo le remuerde la conciencia por dar un rodeo (después de haberle ayudado anteriormente) y cómo consigue ayudarle. Y del mismo modo, con la frescura de su edad, habla de las novias de su padre. Esa forma de conectar me ha gustado mucho, y aunque la novela venga de Francia, es totalmente extrapolable a otras ciudades porque aquí lo que se aprecia es el contacto humano.
 
Más perpleja aún me he quedado con el final. Ella nos habla de un cuento de hadas, te da pistas de cómo va sucediendo la historia, y cuando al fin llega la posibilidad de sonreír aparece un acto muy típico del género adulto: un acto que en vez de demostrar o continuar con la generosidad que ella y su familia comenzaron, termina en una realidad fea, y nos desvela de forma aplastante lo poco humanos que somos algunos.
 
Desde luego que la recomiendo, no sólo por cómo está escrito o por sus ilustraciones, si no también porque esa lección que da cuando termina la novela no es fantasía, y tiene verdadero valor. Para el niño resultará cercano y topará con una verdad: o los adultos creen en los cuentos de hadas, o puede que el final no sea tan feliz como se espera.
 
Quizás con cuentos como este los niños de hoy conserven al niño que fue ayer y el mundo mejore.

Anika Lillo