Némesis. Trilogía Electro, 3

Opinión:

Estamos frente al último libro de la trilogía Electro.

Ray sólo piensa en rescatar a Eden, frente a la opinión de la mayoría de sus amigos. Finalmente, consiguen llegar a un acuerdo. Este será el principio del fin de toda la aventura, tanto para humanos como electros. Ambos bandos cometerán errores que llevarán a un apoteósico final.

Los rebeldes deberán enfrentarse no sólo a los humanos sino también a ciertos disidentes que, dirigidos por Chapel, cuestionarán todos sus actos. La política siempre ha tenido detractores.

Es difícil hablar de esta novela sin caen en spoilers, por lo que esta vez me reservo el derecho a no pronunciarme sobre ella.

Sólo decir que la primera parte es tal vez demasiado lenta, para lo que nos tenían acostumbrados los libros anteriores de la trilogía y tal vez algún lector podría pensar que estamos ante un flaco final. Sin embargo, en la segunda mitad la acción resurge con fuerza. Y no sólo la acción, sino la intriga y las ganas por saber cómo terminará la guerra que está a punto de comenzar. Además nos esperan muchas sorpresas, algunas agradables y otras, por desgracia, no tanto.

Si hay un personaje que nos sorprenderá será Dorian. Seguro que muchos de los lectores no esperábamos la evolución que tiene a lo largo de la historia y lo malvado y cruel que podía llegar a ser.

En este libro los sentimientos estarán más a flor de piel y el final que nos han deparado los autores puede que deje perplejo a más de uno. Personalmente aún lo estoy asimilando, porque no termino de creer que la historia termine de esa manera.

En la línea de los anteriores libros, la narración es ágil y amena, y consigue atrapar al lector desde el principio manteniendo la intriga hasta el final; un final lleno de tensión, angustia y emotividad. Un final arriesgado, sin duda.

Es el final de una trilogía fantástica con mucha acción y aventura, con romance y seres fantásticos. Una pena que sea de origen español, si fuera americana seguro que pronto la veríamos en los cines.

Mila L. Castelo