miedos de madre

Opinión:

Beatrice Masini (“101 buenos motivos para ser niño”, “Vida secreta de las mamás”, “Sueño con bailar”) tiene en su haber diferentes títulos que suelen conllevar un toque de realismo dentro de la fantasía, y toda esta variación en su forma de ver y explicar la vida la hace bastante original.
 
Además, lo habitual son cuentos dirigidos a los niños donde se refieren explícitamente a los miedos de los propios niños, pero aquí se le da una vuelta de tuerca. ¿Por qué las mamás están siempre tan preocupadas? ¿Por qué les preocupa dejar solos a los niños o que se resfríen? Sí, las mamás a veces parecen exageradas, pero siempre hay un motivo para que esto ocurra. En “Miedos de mamá” los niños entenderán por qué sus mamás a veces se ponen nerviosas, parecen miedosas o extremadamente preocupadas por ellos.
 
Quizás en este cuento eso de que a mamá Cabra parezca que le importe poco el peligro que corre la niña ante el lobo porque sólo le preocupan los suyos no quede excesivamente bien. En ocasiones los autores cometen estos errores en los que siempre hay padres que se fijan (y lo sé porque recibo correos al respecto cuando se trata de cuentos infantiles)
 
Por otro lado es una narración que transmite muy bien el miedo de los adultos. Los niños conocen sus propios miedos pero desconocen normalmente a santo de qué los adultos tienen miedo, porque ellos ya son mayores y los padres son la seguridad personificada. Es posible que los niños no comprendan que ciertas reacciones de adultos se deban precisamente al miedo, y a eso se refiere Beatrice Masini en “Miedos de mamá”, a explicarles que esas actuaciones paternales (madre y padre, aunque ella sólo mencione a la madre, pues de hecho no aparece padre) tienen un origen. No sólo los niños tienen miedo.
 
“Miedos de mamá” es un libro de gran tamaño con tapa dura ilustrado por el iraní Ali Reza Goldouzian (ganador del Gran Prix de ilustración en la Bienal de Ilustración de Bratislava en el 2005), que ha sabido transmitir la sensación de frío y ambiente hostil a través de los tonos apagados de sus ilustraciones.
 
Anika Lillo