la verdadera y singular historia de la princesa y del dragón / besos para la bella durmiente
Título: la verdadera y singular historia de la princesa y del dragón / besos para la bella durmiente
Título Original: la verdadera y singular historia de la princesa y del dragón / besos para la bella durmiente
Autor: José Luis Alonso de Santos
Editorial:
Castalia
Copyright: © Francisco corrales, 2011
© Edhasa (Castalia), 2011
Ilustración: Paula Puig
1ª Edición, Marzo 2011
ISBN: 9788497403894
Etiquetas:
comedia
fantasía
fantástico
humor
teatro
Argumento:
La verdadera y singular historia de la Princesa y del Dragón
El Dragón Regaliz está perdidamente enamorado de la Princesa Peladilla, y no ocurriéndosele nada mejor, la rapta. El caballero Pelón de Ardilla acude raudo a salvar a la Princesa. Pero ésta, durante su cautiverio, ha descubierto la pureza de sentimientos del enamorado dragón y empieza a corresponderle. Con engaños, Pelón vence al dragón y gana la mano de Peladilla. Pero, ¡ah!, no señores, no…La linda princesita ya no cambiará por nada del mundo a su tierno dragón enamorado por ese caballero enano y bastante tonto.
Besos para la Bella Durmiente
En esta recreación del cuento clásico de la Bella Durmiente, la princesita Vega se despierta con el beso de un paje. Sí, sí… ¡de un paje! Pues vaya problemón social que se nos presenta. Porqué, que sepamos, las princesas deben casarse con princeses… ¿o no?
Opinión:
¡Qué buen rato, qué alegría y qué risas! Estas dos piezas breves de Alonso de Santos, son todo un tratamiento anti estrés y rejuvenecedor. Os lo recomiendo.
Escritas en verso y estrenadas ambas en 1982, las dos obras se basan en los personajes de los cuentos infantiles. Por ellas desfilan, pues, princesas, dragones, reyes, reinas, caballeros y hadas. Bueno, y hasta dos caballos muy chulos.
En La verdadera y singular historia de la princesa y el dragón nos encontramos, además, a ese dragón enamorado. Un dragón más educado y razonable que algunos humanos, pongamos por ejemplo que el caballero Pelón o el mismísimo rey.
La historia, en sí, es una bella metáfora de la tolerancia. Amamos por lo que hay en el interior del ser amado. No por su apariencia. Pero, muchas veces, las diferencias no son aceptadas con facilidad.
Con sentido del humor y un lenguaje desternillante, y con algún que otro personaje contestatario, como el Tonto de Capirote, el autor teje esta pieza llena de valores.
El teatro dentro del teatro es lo que caracteriza a la segunda obra, Besos para la Bella Durmiente, en que el conflicto derivado de la diferente clase social de los enamorados se resuelve cuando todos los personajes se dan cuenta de que están representando una obra de teatro. Es decir, de que todos están representando un papel. Una solución genial e ingeniosa que el autor maneja con maestría.
Cabe destacar la cuidadísima edición que de las dos obras ha hecho Castalia, animada por unas ilustraciones que le van como anillo al dedo.
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