Fuego

Opinión:

Aunque conste como Beascoa el sello editorial en algunas partes -sello infantil-, en la portada luce el nombre de Lumen, que estando relacionada con Beascoa (Lumen-Beascoa) suele estar más dirigida a un público mayor, y esto me da la respuesta que buscaba cuando empecé a leer "Fuego", pues creyendo inicialmente que era un álbum infantil para niños, me parecía poco probable que los peques entendieran y asimilaran algunas historias aquí narradas. Dicho de otra forma, sí, puede ser "infantil" (entre comillas) pero ya para adolescentes; con suerte a partir de doce años puedan interesarse por él, pero antes, lo dudo. Y ahora me explico.

Yo he visto cómo se indica en "tienda" que es para niños de 5 a 8 años. Mi hija menor tiene ocho años y lee muchísimo, pero un libro como este sólo llamaría su atención por las ilustraciones, en ningún caso por el texto, porque es complicado que entienda el simbolismo que la mayoría de las veces rige en las historias narradas. No digo que haya que ser muy listos para entender las historias, en absoluto, pero sí que si queremos que no se aburran, os olvidéis de esa edad tan temprana y penséis que es más fácil que guste a niños mayores, pre adolescentes por ejemplo (y hacia arriba).

Los cuentos son de una belleza indiscutible, y en ocasiones de una bonita prosa poética, pero simbólica la mayoría de las veces. Fuego suele ser un personaje, pero no siempre, Rebecca Beltrán juega a convertirlo en personaje o en motivo, a veces lo usa como collage de notas y con él ha hecho hasta horóscopos con los elementos (tierra, agua, fuego y aire)

"Fuego" es un collage en sí mismo, un conjunto de textos dispares que igual nos lleva a alta mar que convierte al fuego en amigo de una katana, nos pasea por una biblioteca o nos cuenta la historia de una llama. "Fuego" es una recopilación -en su mayoría- de relatos, pero también tiene algunas páginas que son absolutamente distintas: notas posits y de anuncios, horóscopos, menciones de relaciones fogosas (literarias, mitológicas…), guías sobre el fuego o las quemaduras (del amor)…

Y a la belleza -a veces extraña- de los textos de Rebecca Beltrán, se juntan las maravillosas ilustraciones de Mercè López, que se ha dejado llevar por las historias y ha creado un álbum con muchas posibilidades ilustrativas. No se ha ceñido a un "diseño", a un "dibujo" concreto, ha jugado con la creatividad y nos obsequia con varios estilos.

Es un libro más que curioso, bello, simbólico y original, que ofrece garantías en texto e ilustración, pero que gustará más a los románticos adolescentes y a los adultos. Yo lo definiría como crossover, un libro apto también para adultos.

Anika Lillo