El visitante del otro lado

Opinión:

Antes de dar mi opinión, he de hacer un ejercicio de honestidad: Leo todo tipo de libros, pero la literatura fantástica no es mi fuerte. Me atrae el misterio y lo paranormal, pero no así la fantasía. De hecho, debo ser una de las pocas personas a las que no encandila Harry Potter y admito haber leído un único libro de la saga, que ni siquiera logré terminar. 

Explico lo anterior para que se pueda marcar cierta distancia con mis opiniones.

Hecho el inciso, vayamos al grano: El personaje de Pablo, que es el protagonista y narrador de la historia, me parece muy bien construido y creo que con él se identificarán muchos lectores de su edad: La mayor parte de la trama transcurre en un Instituto, sufre acoso por parte de un grupo de matones, le gusta Margot pero no se atreve a hablar con ella y la mínima muestra de interés procedente de la muchacha lo deja con la boca abierta y el corazón acelerado. Todo ello forma parte de la mochila de un adolescente, sin duda alguna.

Me ha gustado la idea de que el espejo sea una puerta a otro mundo distinto y que la imagen reflejada en él no se corresponda con el chico que se mira. ¿Quién no ha hecho esa prueba alguna vez o ha oído hablar de ello? Es fácil mirarse fijamente en un espejo y ver cómo se distorsiona el reflejo hasta mostrar algo diferente, poco o muy distinto a lo que debería ser, hasta el extremo de devolver en ocasiones una figura completamente desconocida.

Que dos chicos de mundos paralelos puedan compartir cuerpo de forma puntual, es también un toque importante y permite a Javier Fonseca dar rienda suelta a su imaginación y a la de los lectores.

Algunas ideas me han parecido muy ingeniosas y hacen referencia a un mundo que, al parecer, está muy evolucionado tecnológicamente. Por ejemplo: las camisetas de Laap llevan serigrafías "vivas", dibujos que se mueven y parecen tener vida propia, también ese muchacho alucina al ver cámaras de fotos que ya están obsoletas en Caltynia. En contraposición, no obstante, ese lugar parece anclado en lo que en la Tierra sería la Edad Media, con reyes, nobles y vasallos como los que leemos en los libros de Historia. También existen sectas y grupos secretos, guardianes como son los templaris, luchas por el poder entre monarcas, traiciones y destierros a la antigua usanza que, en mi opinión, cuadran poco con ese mundo tecnológico y puntero.

Ese salto entre dos épocas muy diferenciadas, y la más lejana muy reconocible y comparable a la historia de este lado del espejo, me ha descolocado en muchos momentos. Quizá habría encontrado más interesante un espacio completamente distinto en la otra parte, con costumbres menos tradicionales y tan calcadas a las nuestras. 

Admito que me he despistado en varias ocasiones y me ha costado seguir la trama. Personalmente, he echado en falta un suspense más intenso, ese que impide dejar de leer o permite participar de algún modo en la resolución más allá de ir leyendo y aceptando lo que está escrito.

Por lo demás, el libro creo que interesará a esos adolescentes a los que va dirigido porque muchos se identificarán con el protagonista. Los amantes de la literatura fantástica, disfrutarán y, probablemente, no se perderán como me he perdido yo. También "El visitante del otro lado" es una novela crossover, apta para todos los públicos en la que Javier Fonseca desata su imaginación y lleva a los lectores a mundos imprevisibles.

Pilar López Bernués