Diario de un hada (juvenil)

Opinión:

"Diario de un hada" no es exactamente un cuentecillo sobre hadas: haberlas haylas, ellas son las protagonistas, y el método de Clara Tahoces es, precisamente, utilizar a estos seres feéricos para ir introduciendo al ignorante en el tema en este complejo mundo de seres mágicos, pero desde una perspectiva original: el de la mujer convertida en hada.

El hacerlo como si fuera un diario aporta la curiosidad de su receptora, la sobrina, que va tomando notas y dejándolas por escrito a pie de página. De esta forma Clara Tahoces aprovecha para confirmar -en boca de la heredera del diario- algunas de las cosas que cuenta el hada Aura (nombre protocolario, por supuesto), desde que un buen día, se convierte en hada.

Y es que un hada puede ser natural o un ser humano encantado. De este modo Clara Tahoces, en una lectura en principio ideal para jóvenes de unos 14 años más o menos, o con interés en el mundo feérico cuando aún apenas saben nada, introduce al lector en el mundo de estos seres elementales, y con gran habilidad va mostrando el proceso del cambio, para luego ir presentándonos a la que será su familia "colateral", el resto de hadas de todas clases (incluyendo lamias, ondinas…) e incluso a la mismísima Mari, señora de Amboto, personaje imponente y sorprendente (sugiero leer Leyendas de Euskal Herría o La herbolera de Toti Martínez de Lezea para conocer la personalidad de la diosa vasca Mari), convertida aquí en una más pero con cierta característica pérfida y malvada (que no deja de recordar al Dios colérico del Antiguo Testamento)

Pero son dos cosas en particular las que a mí me han parecido más interesantes en esta historia.

Por un lado la forma en que Aura desvela que lo que muchos creemos como leyendas urbanas (La chica de la curva, ver a una Virgen) son, en realidad, las propias hadas haciendo de las suyas, divirtiéndose, introduciéndose en el mundo de los seres humanos, jugando un poco para no aburrirse. Por supuesto la opinión personal del lector puede estar a favor o en contra de esta teoría (yo soy de las que separan el mundo feérico de las leyendas urbanas) pero no deja de resultar una teoría de lo más interesante.

También es importante el hecho de que Clara Tahoces, en pie de página, cuenta hechos documentados y aporta datos que pueden consultarse, acerca de ciertos acontecimientos que encuadran a la perfección con algunas cosillas que suceden en el mundo de los elementales, dándole así una pizca más de veracidad. La lectora y aportadora de estos datos, o sea la sobrina, lo hace porque le cuesta creer que su tía esté loca si el diario fuera, por casualidad, su propia historia, y por las dudas, decide investigar por su cuenta. Estos datos, pues, son muy clarificadores.

Por otro lado me ha interesado sobremanera la aparición de un niño con el que Aura suele soñar. Éste, diría yo, es el punto más fuerte de la novela, la mayor intriga, la más esperada… como si todo lo anterior fuese más bien una introducción para el encuentro con la verdadera historia que esconde "Diario de un hada". Cuando el pequeño Jaime entra en escena, la novela sube cinco escalones en intriga, interés y emoción.

Es en este momento cuando Aura decide contravenir las normas del mundo feérico aun sabiendo que puede ser fatal para ella. Después de todo ella fue humana antes que hada…

Así, Clara Tahoces aporta su pequeño granito de arena para la ilusión, y dedicando unos minutos a creer en las hadas, conseguiremos que su mundo fantástico siga vivo.

Anika Lillo