un sueño fugaz

Opinión:

Para mí es una novela corta de prosa muy ingeniosa, donde sus personajes son descritos con pocos trazos pero denso contenido. Es difícil sentir empatía por el protagonista y sin embargo según avanzan las secuencias crece el deseo de verle llorar, reír o que pierda la razón y la compostura. Por eso creo que son sorprendentes los recursos literarios que sostienen el argumento, logran crear intriga y hasta desesperación a veces para que surjan estímulos capaces de hacer reaccionar al protagonista.

Lo fácil para hacer creíble un personaje así de mezquino sería haber recurrido a un tipo vulgar que con el paso de los años ha sufrido desencantos, mal de amores o problemas propios de la edad. Sin embargo, Iván Thays, osa desde el principio atraer la atención del lector con argumentos nada fáciles o amables, sino antagónicos a los habituales como por ejemplo cuando por primera vez el joven mantiene relaciones sexuales con una chica. En ningún momento el chico “hace el amor”, por ejemplo, sino que con su mano dirige el pene a la dirección correcta. Así de simple, sin recrearse en lo soez pero con mucho cuidado por no caer en elementos románticos.

El narrador y protagonista parte de su juventud en Lima y regresa allí, con la misma intención que se fue, para escribir. Es una trama circular que se detiene en cuanto a interrelaciones de unos personajes muy escogidos a lo largo de su vida. Por cierto, esos amigos, siempre resultan mucho más humanos y vividores que él. 

Sabemos de su vida, de la mujer que dijo haber querido, del hijo que pierde y de sus amigos literatos por lo que él nos deja conocer, siempre a través de pensamientos negativos, relativos a envidias, impulsos de vanidad, oscuras intenciones, miserias humanas… Con la paternidad tampoco rebosa felicidad; su hijo en la cuna es muy bajo de peso, luego obeso antisocial y con fobias. Cuando va a salir de su burbuja y actuar con natural alegría infantil es víctima de un accidente.

Me ha gustado mucho el final de la novela, descubrimos al protagonista por otro narrador, se produce un giro que provoca la emoción ansiada desde el principio.

Soledad Gallardo
 
UN SUEÑO FUGAZ. Joven escritor peruano que alcanza fama y una suculenta beca para disfrutar en Venecia, se convierte en un ser anodino y amargo apabullado por la belleza de la ciudad y la pérdida de su único hijo. Los  reencuentros con sus viejos amigos a lo largo de la vida ni siquiera logran estremecerle. El lector, en cambio, sí apuesta por el protagonista hasta el final, con la esperanza de notar que por fin fluya sangre en sus venas.