Todas son buenas chicas

Opinión:

Como bibliotecaria y como lectora siempre me agrada descubrir nuevos escritores, muchos de los cuales me han impactado no solo por la calidad de su escritura sino por el mensaje que han transmitido a través de su obra.

Uno de estos escritores es Néstor Belda. Él es un argentino que lleva doce años afincado en El Perelló, Valencia. Aparte de escribir es también profesor de Técnicas Narrativas. La escritura forma parte de su vida desde hace años pero no ha sido hasta este año 2014 cuando se ha animado y decidido a compartir su obra con el lector. Algo que ha hecho de la mano de la editorial Círculo Rojo.

Néstor Belda no es un escritor convencional y ello se aprecia claramente en cada uno de los diez cuentos que componen su "Todas son buenas chicas". Aunque todos ellos tienen como nexo de unión la figura femenina, cada uno posee su propia personalidad e influye de forma diferente en el lector. Esto me parece sumamente positivo puesto que cada cuento se toma con una cierta inquietud y curiosidad por descubrir qué nos aporta el autor en él.

Unos personajes femeninos que influyen mucho en cada una de las tramas de los cuentos. Ellas son el pilar en el que se apoya cada historia. Son mujeres muy especiales al mismo tiempo, con una personalidad fuerte, con un sentimiento de lucha admirable. Inteligentes, cultas, lectoras... Mujeres con las que el lector puede llegar a identificarse, a crear un sentimiento de empatía porque son creíbles. Lo mismo ocurre con los personajes masculinos. Ellos son el contrapunto a cada una de ellas.

Todas las historias que vemos reflejadas en "Todas son buenas chicas" son muy realistas. Una realidad que, como ocurre con el cuento que inicia el libro titulado "Una buena chica", puede ser muy dura. Este cuento es uno de los mejores para mí. Es muy duro pero, al mismo tiempo, muy hermoso. En él el autor realiza una crítica social, plantea el dolor y la inquietud que causa la crisis económica que estamos sufriendo. Una crisis que presenta con toda su crueldad, que es capaz de romper lo más importante: el amor y la confianza.

Como contrapunto a la dureza de este primer relato está el último cuyo título es " A Constance, con emoción". Me ha parecido de una hermosura increíble. Todo él es un homenaje a los maestros, especialmente a los de las zonas rurales. A todos los que se desviven por educar y enseñar. El relato está cargado de lirismo que conjuga con una realidad que conoce. Es, al mismo tiempo, todo un homenaje y prueba de cariño hacía su esposa que es maestra. He disfrutado, francamente, con la lectura de este último relato. Ha sido, además, uno de los que mas me ha gustado. También ha sido en el que he visto un mayor lirismo. La prosa del mismo es más especial.

Néstor Belda es un buen escritor. No solo sabe escribir sino, al mismo tiempo, cómo conectar con el lector. Tiene un estilo propio que no se esconde tras un lenguaje disfrazado sino que, éste, es muy directo aunque, en ocasiones, sea como una puñalada. Me gusta esta forma que tiene de exponer la realidad tal como la ve y la siente, sin tapujos, algo que da mayor credibilidad a sus palabras. Su lenguaje es perfecto. Su prosa directa y delicada al mismo tiempo. Un estilo que me ha impactado y agradado.

"Todas son buenas chicas" es una lectura muy recomendable y de las que invitan a ser leídas más de una vez para apreciar matices que han escapado a una primera lectura. Toda una apuesta segura. 

Ysabel M.