Tiempo de albaricoques

Opinión:

"Tiempo de albaricoques" es la primera novela para adultos de Beate Teresa Hanika, y no ha podido debutar de mejor manera, ya que ha conseguido crear una historia conmovedora y difícil de olvidar.

La trama en sí es sencilla, pero el estilo casi poético y lleno de saltos en el tiempo, es, al principio, difícil de seguir. Pero que eso no os eche para atrás, ya que poco a poco, a medida que avanza la lectura, logras acostumbrarte a su peculiar estilo y disfrutar de la historia sin problemas.

Nos encontramos con algunos capítulos narrados en primera persona por nuestra protagonista, Elisabetta, donde nos cuenta su día a día en esa casa llena de fantasmas y recuerdos. A través de saltos en el tiempo nos narra su infancia junto a sus hermanas, su primer amor, todo lo ocurrido ese aciago día en el que se llevaron a su familia y cómo logró salir adelante ella sola. También nos habla de su presente, junto a esa joven bailarina con la que apenas tiene contacto.

Otros capítulos están narrados en tercera persona, esta vez para hablarnos de Pola, la joven bailarina alemana, de su vida, su familia y de su especial amistad con Rahel.

Iremos descubriendo que sus vidas están estrechamente conectadas y de cómo, a pesar del dolor y la culpa, juntas pueden hacer las paces con el pasado y lograr el perdón que tanto ansían.

Los capítulos son cortos y concisos, sin grandes descripciones. El tamaño de letra es grande, lo que facilita la lectura.

Los personajes están bien caracterizados y logras conectar fácilmente con su dolor, con sus vivencias y recuerdos. Es uno de los puntos fuertes de esta novela.

Decir, además, que aunque no profundiza demasiado, el ambiente de la Viena de la Segunda Guerra Mundial es palpable y opresivo; y las secuelas de esa guerra son visibles en el presente de las protagonistas.

En resumen, "Tiempo de albaricoques" es una lectura intensa, triste y dura en ocasiones, pero con grandes dosis de dulzura, esperanza y perdón. Es una de esas novelas que dejan poso y aprecias de verdad cuando la has terminado.

Mónica CZ