the vampire as a cultural, mythical and antropological phenomenon

Opinión:

“The Vampire as a cultural, mythical and antropological phenomenon” es un bienintencionado ensayo sobre la figura del vampiro, sus orígenes que se pierden en la noche de los tiempos y un análisis de lo que lleva a Bram Stoker a escribir la obra vampírica por excelencia: “Drácula”. El problema es que no aporta nada nuevo para un fan de estas criaturas, todo lo que se cuenta ya lo hemos investigado de antemano; aún así, es interesante para cualquier profano que quiera acercarse a la mitología de estos seres de leyenda.
 
Kristian Pérez Zurutuza nos lleva a lo largo de las páginas de su obra a recorrer las supersticiones más antiguas que dieron vida a las criaturas de la noche, desde las Lamias, hasta los Strigoi, pasando por los Vurdalak y los africanos Asanbosam, deteniéndose en la fascinante Lilith que tanta controversia ha generado en la Iglesia Católica. Hay también sitio para los vampiros modernos, esos vampiros psíquicos que te absorben la energía casi sin que te des cuenta –se incluye ritual para librarse de tan malignos personajes- y que a más de uno le hará pensar si es por eso por lo que se encuentra tan cansado cada vez que pasa un rato con determinadas personas.
 
No se desestima, por supuesto, la opción racional ya que el autor no pretende hacernos creer que los vampiros existen, así que los problemas psiquiátricos y la porfiria se tratan como una parte más de lo que compone a esta figura ancestral. Se nos cuenta los problemas que el vampirismo ocasionó en al Catolicismo, lo que lleva al Papa Inocencio VIII a la prohibición del “Martillo de las Brujas” – Maellus Maleficarum- ya que lo allí dicho echaba por tierra toda creencia cristiana en la resurrección, en favor de la existencia de muertos vivientes.
 
El recorrido que se hace sobre la literatura vampírica anterior a “Drácula” es bastante aceptable, aunque me extraña que haya pasado por alto una historia tan importante como “El extraño misterioso”, obra que, no es que sea la semilla de la famosa obra de Stoker, es, además, un plagio descarado ya que en ella encontramos todo lo que el Irlandés nos contaría en su inmortal novela.
 
Por último un recorrido a la vida de Vlad “el empalador” Tepes, con más sombras que luces, un breve capítulo a la sanguinaria Condesa Sangrienta, Elizabeth Bathory, y unos apuntes sobre Bram Stoker, completan esta aproximación a los muertos sedientos de sangre fresca.
 
Por tanto es una obra que gustará a los neófitos en la materia –siempre y cuando sepan Inglés, pues es  la lengua empleada para este ensayo- pero que a los que ya tenemos un largo recorrido en la mitología vampírica nos dejará un tanto fríos.
 
Patricia Rubiera