The Game

Opinión:

Diez años después de "Los bárbaros", ensayo en el que Alessandro Baricco estudiaba el boom tecnológico que nos asedia, la sociedad y su perspectiva respecto a la tecnología han cambiado por completo. A principios del siglo XXI aún se encontraba vigente el sentimiento común que consideraba a las nuevas tecnologías como una invasión, una mutación inevitable que parecía colonizar los vestigios del 'viejo mundo'. Hoy en día, en cambio, ya no queda nadie sin ser partícipe de esa revolución digital que ha seguido evolucionando y desarrollándose de manera insospechada, y que aún progresa hacia límites desconocidos.

En "The Game", el novelista italiano Alessandro Baricco toma los primeros videojuegos como síntoma y modelo de lo que será la revolución digital. Space Invaders, por ejemplo, ya anticipaba la desaparición del cuerpo físico, la creación de una nueva dimensión inmaterial, la postura física y mental ante la pantalla, la inclusión de una infinidad de ambientes en un único mundo, etc. Este videojuego se ponía a la venta en 1978, cuando faltaban apenas tres años para los primeros ordenadores personales: el PC IBM, el Commodore 64 y el Mac de Apple. Asimismo, en 1982 se comercializaría el primer CD de música, y en 1988 se fabricaría la primera cámara fotográfica completamente digital. El terreno estaba ya preparado para la eclosión, en diciembre de 1990, de la World Wide Web.

Estos primeros pasos del mundo tecnológico y digital, desconocidos hoy en día para muchos -en especial para las nuevas generaciones- y olvidados por el resto, son los que toma Alessandro Baricco como punto de partida. A partir de lo que él llama 'la vértebra cero', Baricco desglosa en "The Game" cada uno de los pequeños y efímeros peldaños que han ido componiendo el gran juego en que se ha convertido la revolución digital. Desde las invenciones de Silicon Valley (Yahoo!, Google, eBay, LinkedIn, Facebook) hasta los proyectos japoneses (PlayStation), pasando por momentos históricos como la tecnología 'touch', la dotcom bubble o el auge de Steve Jobs, son muchos los hitos de la posmodernidad tecnológica que Baricco documenta en su ensayo.

De todas formas, "The Game" aún presenta numerosas carencias: no habla sobre la Deep web ni sobre los hackers -y aún menos sobre cómo esta revolución digital ha podido repercutir a nivel antropológico y sociológico en nuestras relaciones interpersonales o en la política y la sociedad-. Por desgracia, tampoco se habla sobre el impacto del auge digital en las nuevas formas artísticas, ni se tocan temas como los nuevos modos de hacer televisión, cine y series. Aunque "The Game" es un ensayo útil para conocer nuestra prehistoria más reciente, aún no es el libro idóneo que dé cuenta de manera fehaciente sobre los cambios de finales del siglo XX.

 Darío Luque