testimonio en chicago

Opinión:

Esta pequeña rareza de la editorial Gallo Nero aúna literatura, política e historia en tan solo 108 páginas. “Testimonio en Chicago” recoge un resumen de las actas del juicio que tuvo lugar tras la acampada masiva en el Lincoln Park (Chicago) durante el año 1968 con motivo de la Convención del Partido Demócrata.
 
El prólogo y al postfacio que acompañan al testimonio de Ginsberg consiguen que el lector pueda hacerse una idea muy precisa acerca de qué sucedió entre la policía y los manifestantes en aquel momento, y qué fue exactamente lo que motivó el juicio posterior. Una curiosidad: el texto del postfacio, de Jason Epstein, que es la crónica de la comparecencia de Ginsberg en el juicio, fue publicado originalmente en “The New York Review of Books” en el año 1970.
 
No obstante, lejos de una intención puramente informativa, lo que se desprende del libro (y esto es lo que me parece más interesante) es la personalidad de Ginsberg, que desborda tras las absurdas preguntas judiciales, sale del libro, viaja muy lejos, adopta postura de meditación y mientras pronuncia un vibrante y sonoro “ommm” nos lleva donde quiere. Las respuestas de Ginsberg incluían declamaciones poéticas, cánticos y descripciones detalladas de las enseñanzas que había recibido por parte de los yoguis, así como los conocimientos espirituales que había adquirido en sus viajes por la India y Japón.
 
Allen Ginsberg, precursor del movimiento hippie, rompió los esquemas de la sociedad bienpensante que le rodeaba, fue un ejemplo a seguir para mucha gente, escribió poemas que todavía nos hacen temblar, vivió de acuerdo a su particular y estupenda visión de la libertad, hizo viajes espirituales de aprendizaje vital y sacudió con fuerza a través de su literatura y su forma de vida los cimientos de las conciencias más anquilosadas. Hay que recordar que su poema más famoso, “Howl” (“Aullido”) también estuvo censurado y fue motivo de juicio (“He visto a las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura...”). Puso en juego su propia integridad para luchar por la libertad del resto y eso es algo por lo que todos deberíamos estarle agradecidos.
 
Por todo ello, “Testimonio en Chicago” no sólo desvela el contenido de aquel juicio antiguo, sino que transmite a la perfección, a través de sus respuestas tan auténticas y puras, la personalidad y la forma de vida de Allen Ginsberg, además de dejar patente que la justicia (no me refiero al concepto ideal como quimera, sino a la justicia que se pone en práctica a diario en este mundo absurdo) y la poesía jamás podrán ir de la mano.

Mar López