Sospechas

Opinión:

El escritor Herman Koch ha declarado muchas veces en las entrevistas que una de las cosas que más le gustan cuando escribe es plantear debates morales a sus lectores. La entrega de 2019, este libro titulado simplemente "Sospechas", no es una excepción. En él nos plantea varias cuestiones sobre las que no resulta fácil mantener una opinión monolítica: los prejuicios contra los otros países y culturas, el grado de confianza que hay que depositar en la pareja, y los sacrificios que hay que hacer para conservarla. Hay un cuarto tema que también despierta mucho interés a lo largo de la novela: hasta qué punto el individuo adulto es responsable de los errores cometidos en su juventud.

El hilo argumental es sencillo: el protagonista, Robert Walter, es alcalde de Ámsterdam y un político de gran popularidad. Su mundo empezará a desmoronarse cuando, en el transcurso de un cóctel, crea ver una confianza excesiva entre su mujer y uno de los concejales, un tal Maarten van Hoogstraten. A partir de ese momento, el infierno de los celos se instalará en su mente, y "Sospecha" como novela es la narración pormenorizada del amargo proceso por el que pasa el protagonista.

El público español conoce bien a Herman Koch, porque Salamandra ha ofrecido ya varios de sus mejores títulos: "La cena" (2010) o "Casa de verano con piscina" (2012), "Estimado señor M." (2016). Todas estas obras insisten en sus temas recurrentes, que son la falsedad y la hipocresía de nuestras sociedades, y cómo las educadas apariencias en las que todos nos movemos esconden mucho más. También estaba en estas entregas anteriores y vuelve a encontrase presente en "Sospechas" lo que se ha dado en llamar la erótica del poder, unida en esta ocasión a un recorrido por las mil y unas estrategias que se utilizan en la política contemporánea para extender los mandatos y mantener de manera artificial la popularidad de un candidato.

Koch igualmente conoce bien nuestro país y su ambiente literario, pues como curiosidad les diré que está casado con una española y llegó a residir en Barcelona. En su obra más difundida, "La cena", se inspiró en un suceso nuestro: aquella triste noticia de la quema de un sintecho por parte de unos jóvenes, en la antesala de una sucursal bancaria.

Demonios familiares en la escritura de un autor certero, dotado de chispa y gracejo, que no alza un gran vuelo en su literatura pero que conoce bien los resortes equivocados de nuestra sociedad.

Rafael Ruiz Pleguezuelos