Señales 2.0

Opinión:

¿Creo en fantasmas? Si por fantasmas entendemos ese ser que, perdón por la expresión, espera agazapada cabronilmente entre las sombras para provocarte un infarto de miocardio o decirte donde la tía Enriqueta escondía sus joyas, la respuesta es no. Ahora bien, ¿creo que hay cosas que escapan a nuestro entendimiento y que, algún día, la ciencia será capaz de darles explicación? Categóricamente sí. Ya lo decía William Shakesperare en "Hamlet": ¡Hay más cosas en el cielo y la tierra, Horacio, de las que se sueñan en tu filosofía! O, para darle un enfoque más científico la explicación de la Cuarta Dimensión que en su día hiciera Carl Sagan se asemeja bastante a lo que en realidad puede estar pasando: ciertas entidades nos rodean desde un plano superior y nuestra mente analítica acostumbrada sólo a tres dimensiones es incapaz de percibirla aunque, en ocasiones, pueda tener destellos de esa otra realidad; unas señales que sólo si estamos muy atentos o tenemos una mente abierta podemos llegar a descifrar.
 
Vaya por delante que en "Señales 2.0" no se pretende convencer a nadie de la existencia de otros mundos o realidades, ni siquiera de la existencia de fantasmas, se habla de energía y su transformación cosa que, desde un punto de vista empírico, no es descabellado. ¿Quién no ha tenido nunca la sensación de ser observado aunque sabe que no hay nadie más en la habitación?, ¿Y esa casa que al visitarla nos produce incomodidad?, ¿y la necesidad de llamar a un familiar o amigo sin tener motivo aparente para ello? Esto es lo que Jaume Salinas recoge en este libro, esos detalles y experiencias que todos hemos tenido alguna vez y, por más que lo intentáramos, no hemos podido explicar.

Por supuesto hay ciertos relatos en los que la subjetividad y la sugestión tienen un gran componente, así que, por ejemplo, no hay nada sobrenatural en que se sueñe que aquel familiar del que no pudimos despedirnos en su momento, lo hace cuando estamos dormidos. Pero sí que es extraño encontrarse a tu abuelo fallecido hace años en un autobús y se despida, o que un niño que no ha conocido a un pariente lejano ni en fotos lo describa a la perfección y sea capaz de contarnos cosas que nos dejarían con la boca abierta, por no hablar de ciertas premoniciones o presagios que se acaban cumpliendo con rigurosidad casi matemática.
 
Como dije antes esto no quiere decir nada más que existe otro plano, otra dimensión a la que nuestra energía va a parar en el momento de nuestra muerte, y que determinadas personas con una sensibilidad especial son capaces de captar. La ciencia ha podido demostrar en casos ese sexto sentido: se estudia el comportamiento de los animales minutos antes de desastres naturales, las ratas que abandonan el barco cuando sabe que se va a hundir, gatos que se erizan cuando, aparentemente, no hay nada ante sus ojos, se sabe que ellos son más sensitivos que nosotros; cualquier día se podrá explicar sin lugar a dudas el motivo por el que una puerta se abre sin corrientes y sin la acción de la mano humana, o el pánico extremo a la hora de montarse en determinado vuelo y no en otro. Ese día descubriremos que nuestro cerebro es una antena potentísima que no todo el mundo sabe sintonizar, se perderá parte del misterio de El Más Allá, pero viviremos mucho más tranquilos.
 
Así que si eres de esas personas que está convencida de que hay otros mundos pero están en este, "Señales 2.0" te demostrará que hay más gente como tú; y si eres un escéptico total tampoco te dañará leer estas historias de gente común, seguro que tú también jurarías que las llaves las habías dejado a la entrada y no sobre la mesa de la cocina, ¿verdad?
 
Patricia Rubiera