seda y acero

Opinión:

Nos encontramos ante una clásica historia de amor, donde el malo es malísimo, el bueno parece tener un corazón duro pero es todo un caballero y la dama es una muchacha con mucho miedo y que está dispuesta a todo por conseguir huir del malvado de la historia. Todo ello aderezado con un sinfín de malentendidos, situaciones anecdóticas, mares de dudas y el poderoso intento de no demostrar lo que de verdad se siente por la persona amada.
 
Sin embargo, lo que nuestros protagonistas, Kathryn y Lucien, no ven sí lo hacen las personas que los rodean, quienes se sentirían muy felices si estos dos tortolitos fuesen capaces de hablar y demostar sus sentimientos en lugar de andar observándose a escondidas y mostrándose altivos cuando están juntos.
 
A pesar de que todo hace pensar que estamos a una novela romántica más, podemos encontrar un aporte interesante. Sabemos que el tío de Kathryn la había internado en un psiquiátrico, tras la muerte de su padre, para hacerse con su fortuna como tutor legal que era de ella, la cual consiguiría si la joven permanecía en el hospital cuando alcanzar la mayoría de edad. Esto cambiaría si la joven se casase antes de dicha mayoría de edad o al alcanzarla estuviese fuera del centro. En este caso, el hecho de ser marqués no parece ayudar en nada a nuestro partenaire. Mientras que el tío de la muchacha, siendo un simple caballero, tendrá mucho más poder sobre diversos aspectos de la sociedad para intentan conseguir sus fines.
 
Así a la lucha interna de Kathryn y Lucien por ocultar su amor, se une la lucha que deben mantener para intentar mantener a salvo a Kathryn. Para ello la joven conseguirá casarse con el marqués, pero éste sintiéndose manipulado y utilizado, empezará a alejarse de ella, lo que no le impide seguir protegiéndola. Entonces Kathryn tendrá que comenzar dos luchas. Una para intentar reconquistar a Lucien, con quien ha llegado a un terrible acuerdo. Otra conseguir que Lucien le permita continuar con sus estudios, los cuales no parecen muy apropiados para una dama. 
  
Como podemos ver, la historia aporta otro punto interesante como es el hecho de que una dama de alta cuna muestre interés por unos estudios en una época en la que era impensable que una mujer pudiera interesarse en algo más que en bordar y en cotillear con sus amigas. Este motivo será una de las continuas luchas que mantenga con Lucien. Algo muy loable por parte de Kathryn pero muy preocupante para la sociedad de la época. Ese rasgo suyo es el que más me ha gustado de la protagonista, pues sus continuas dudas, miedos y recelos llegan, a veces, a ser desesperantes.
 
De una forma sutil, y casi sin pretenderlo, Kat Martin, consigue introducirnos en el intricando mundo de Kathryn y conseguirá mantenernos pegados a las páginas de la novela a la espera de ver en que pararán las tres tramas de la historia que rodean a Kathryn: conseguir el amor de Lucien, proseguir sus estudios sin tener que ocultarse, escapar de las garras de su tío.
 
Mila L. Castelo