Rusty Brown

Opinión:

Chris Ware recopila en este único volumen toda su obra del mundo Brown, realizada entre los años 2000 y 2018. Cada una de las historias que aparecen en esta edición de lujo han ido siendo publicadas por capítulos en diferentes revistas y periódicos americanos. El autor, con motivo de este encuentro, decidió revisar e introducir escenas inéditas.

Antes de iniciarme con los comentarios sobre la obra destacaré que el libro es increíblemente bonito, la sobrecubierta tiene múltiples opciones de exhibirse, y la cubierta de tapa dura se encuentra llena de detalles y muy bien cuidada. Personalmente, considero que el tamaño del mismo debería haber sido más largo para restarle volumen a la edición, ya que es algo incómoda durante la lectura.

La introducción a la novela está dotada con unos toques de comicidad, lo que advierte al lector de lo que le espera durante su lectura. Se presenta como una novela irónica, ácida y de humor negro, a través de un escenario como si de una película de acción se tratara.

Los fotogramas y la ilustración son únicos, si bien es cierto que los personajes no pueden considerarse como un modelo de belleza estereotípica, el autor, tiene la capacidad de reflejar de una forma perfecta el carácter de los personajes, así como sus estados anímicos. En contraposición, los fondos, la luminosidad, la combinación de colores, los rasgos y los detalles convierten la obra en un deleite visual. Así mismo, los planos y movimientos están muy bien logrados y transmiten esa sensación de acción y acercamiento con el lector.

La diminuta letra y viñetas que dirigen algunas páginas es algo a destacar pues, se hace muchas veces inviable leerlo de forma natural sin cansar la vista, algo que obliga al lector a disminuir su tiempo de lectura. Buscando el lado positivo, la novela puede durar más.

Las historias de los personajes no son excepcionales, al contrario, se exponen realidades existentes de vidas opacas, vacías, tristes, desorientadas e incluso patéticas. El racismo, el abuso, la infidelidad, el maltrato, la soledad, el alcoholismo o la depresión, son algunas de las enfermedades que controlan las vidas de los personajes y los dirigen por caminos tortuosos que ni ellos mismos parecen saber controlar y que, de una forma u otra, los lleva a tomar decisiones y transformarse en seres apáticos y desilusionados que no terminan de encajar con el resto de la sociedad.

Uno de los rasgos más sorprendentes de la obra es que el propio Chris Ware se presenta como un personaje más de la acción y no lo hace como alguien destacable, sino que más bien se suma a la deprimente vida de sus personajes dándose a conocer a través de pequeños retazos de su biografía.

Considero que es una novela gráfica original pero no apta para todos los públicos. Existen escenas que pueden herir la sensibilidad al lector ya que los temas tratados se hacen sin tapujos ni filtros. Durante la lectura, que hice en varios momentos debido al problema que me suponía la letra, he llegado a amar y a odiar la obra, en función de mi estado anímico. En ocasiones me sentía identificada en algunos aspectos, en otras me desesperaba con la vida taciturna y ridícula de los narradores. Es por ello que recomiendo que si la trama le parece interesante al lector sea él quien decida si la obra merece ser leída o no. Aunque si es por originalidad y acidez es única en el mundo.

Marisa Costa