Redención. El Alzamiento 3

Opinión:

Lo primero que tengo que manifestar es que este libro va de zombis, más que nada por si llega aquí alguien que no conoce la obra de Brian Keene. Eso sí, estos zombis no son esos habituales que se mueven despacio y apenas muestran inteligencia. ¡Qué va! Aparte de estar muertos y pudriéndose, son como cualquier vecino que te cruces por la calle.

No acaba aquí la cosa. Todo, todo está lleno de zombis, porque además de los que fueron humanos, están toda clase de animales: perros, gatos, pájaros, ratones, serpientes. Sólo me ha faltado encontrarme con un mosquito zombi, entonces sí que la habríamos liado, que ya me empezaría a sentir un reseñador zombi, porque los puñeteros mosquitos ya hace algunos días que están incordiando.

Aunque este libro sea una especie de tercera entrega de "El Alzamiento", realmente los hechos ocurren al principio y así se puede decir que es una precuela, tras ese mismo título y el posterior, que fue "La ciudad de los muertos". También lo he catalogado como de relatos, porque hay un buen puñado de textos, algunos hilvanados entre sí y otros independientes.

La primera parte es "Redención" con el reverendo Thomas Martin como personaje principal. El mismo autor incluye una nota sobre la época en que la escribió. Luego presenta las dos siguientes historias, "La Resurrección y la Vida", con una variación sobre historia bíblica de la resurrección de Lázaro por Jesús, y "El Siqqusim que robó la Navidad", con un Papá Noel y unos renos ligeramente diferentes a los tradicionales. La tercera parte consiste en 32 historia cortas, "Escenas Selectas del Fin del Mundo", que recorren cada uno de los días siguientes a la aparición de los zombis.

Como es normal en este ambiente sin esperanza, abundan las escenas gore, algunas más perturbadoras que otras, sobre todo en la imaginación de cada lector. Aunque visto que tampoco les va tan mal a los zombis, alguna habrá que se quiera enrolar a la de ya, para irse comiendo a unos cuantos vecinos. O ya puestos, a la familia.

Es lo que tiene, este libro es totalmente irreverente y apenas deja algún superviviente para que lo cuente. Y aun así, a saber lo que durará. Pero mientras, lo que sí es seguro que ofrece una lectura bastante entretenida.

Selin