Poesía completa

Opinión:

No es casualidad que Lumen edite ahora la "Poesía completa" de Vicente Aleixandre: en octubre se cumplieron cuarenta años de la concesión del Premio Nobel al celebrado autor. Fue un premio que homenajeaba «a uno de los grandes poetas amorosos y solidarios del siglo XX», como dijo la organización, y a toda una etapa poética que situaba a España, nuevamente, en la vanguardia literaria. Aleixandre se inició en la poesía de la mano de Dámaso Alonso y, tras su experiencia, inició asimismo a muchos otros en esta disciplina; su casa -calle Velintonia, nº 3- sería lugar de tertulia para toda su generación (Alberti, Lorca, Cernuda, Neruda o Altolaguirre), pero también para muchos poetas futuros (Gil de Biedma, Carlos Bousoño, José Hierro, Francisco Brines, Luis Antonio de Villena y Vicente Molina Foix, entre muchos otros).

La obra de Vicente Aleixandre es extensa -no en vano, este volumen lo forman más de 1500 páginas-. Se inicia en una especie de poesía pura que juega con la rima asonante y un léxico depurado, al modo más juanramoniano, para pasar después a una etapa surrealista que lo llevará al éxito. Con una expresión irracionalista y casi automática, y un acercamiento al poema en prosa y al verso libre, el poeta descubre en el surrealismo un nuevo modo de hacer poesía en el que se siente muy cómodo. Para mí, los libros que conforman su época surrealista -como "Espadas como labios", "La destrucción o el amor" o "Sombra del paraíso"- son los mejores de toda su obra. Tras ello, se acercaría a una poesía social y, ya en sus últimos años de vida, retomaría la estética surrealista de una manera mucho más reflexiva.

Comentario aparte requieren, por supuesto, sus diálogos en verso, ya sean los contenidos en "Diálogos del conocimiento" o los que se encuentran fuera de sus poemarios. En ellos, la voz poética de Aleixandre se desdobla en dos o más personas que dialogan sin interpelarse ni responderse, como si articularan soliloquios que se retroalimentan el uno al otro. Estos personajes, del todo variopintos, que van desde el soldado y el brujo en "Sonido de la guerra" hasta dos viejos amantes o el mendigo y el lazarillo, son las voces interiores que todos tenemos. En mi opinión, sus diálogos representan la exploración del subconsciente y de la vertiente más íntima e irracional del ser humano, pero con una elegancia y una lírica de cuidados infinitos.

No es extraño que Vicente Aleixandre haya sido llamado 'el poeta del amor'. Sin embargo, yo me atrevería a añadir que es también el poeta de la delicadez y, por encima de todo, el poeta de la reflexión. De hecho, en su poesía se atisban agudos guiños a Ortega y Gasset y a Heidegger, filosofías que impregnan gran parte de su obra. Filosofía, amor y poesía se entrelazan en la "Poesía completa" de Vicente Aleixandre con una de las voces poéticas más destacas del país. Esta edición, tan cuidada, delicada y profesional, es imprescindible para los verdaderos adeptos de la poesía.

Darío Luque