narciso fin de siglo
Título: narciso fin de siglo
Título Original: (narciso fin de siglo)
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Editorial:
Melusina
Copyright: © Manuel Segade, 2008
© Editorial Melusina, S. L.
ISBN: No definido
Etiquetas:
Argumento:
"Narciso Fin de Siglo" es un exhaustivo y completísimo ensayo sobre las vanguardias artísticas y literarias europeas de finales del XIX -en Francia, Inglaterra, Alemania y Bélgica, principalmente- en el que su autor, Manuel Segade, defiende la esencialidad del mito de Narciso -personaje andrógeno enamorado de su propio reflejo en las aguas del lago- como eje básico del que parten todas las creaciones de ese periodo, tanto en novela, como en poesía, teatro, pintura, escultura, fotografía, etc.
Opinión:
A finales del siglo XIX, y como reacción al Realismo y al Naturalismo anterior,
surge un movimiento artístico europeo que da la espalda a lo externo para centrarse
ahora en lo interno, en la creación a partir del propio yo. El artista es el protagonista
de su obra y lo real no tiene cabida en sus obras. Éste debe dedicarse en cuerpo
y alma a la búsqueda de la belleza, que se encuentra dentro sí mismo.
Esta necesidad de asomarse al interior les exige a estos artistas el alejarse de
la sociedad. Por ello, optan por enclaustrarse en un espacio cerrado, en el cual
puedan sentirse protegidos y alejados de la amenaza exterior.
Pero esta reclusión forzosa viene provocada además por
un
sentimiento de duelo que se manifiesta en una suerte de melancolía
enfermiza que estos románticos finiseculares parecen sentir por la pérdida de algo
/ alguien y que les toca especialmente. Puede ser por el paraíso perdido, por el
amor platónico no correspondido, por la muerte de la amada, etc. La castidad, y
una cierta misoginia, son planteadas como condición sin ecuanum -y casi
lógica habida cuenta que los creadores deben vivir alejados de todo lo externo-
para poder crear con total libertad y poder "encontrarse a sí mismos".
Todo esto trae como consecuencia el diseño por parte de estos artistas de residencias
que funcionan como auténticos "ensoñaderos": es decir, hogares que algunos artistas
estructuran como auténticos museos personales, ordenados y diseñados a su medida.
Cada adorno, cuadro o escultura, el color de las paredes, el orden de las habitaciones,
la altura de los techos… todo tiene una finalidad -nada está porque sí-, sirviendo
cada una de estas cosas como una suerte de
espejos en los cuales el creador poder verse reflejado
constantemente.
Así, la mayor parte de los artistas de fin de siglo utilizan a Narciso no sólo como
fuente de inspiración artística o como una manera de fundamentar o desarrollar estilísticamente
sus creaciones, sino que también manifiestan su solipsismo en la moda, en la forma
de vestir, en la decoración de su propia casa…; en definitiva, el narcisismo se
convirtió en un modo de vida y de concebir la existencia humana.
Los protagonistas de muchas de las creaciones de la época son versiones más o menos
veladas de Narciso: seres andrógenos, mezcla de hombre o mujer o asexuados, espejo
en donde el artista se ve siempre reflejado. Como consecuencia de esto surge el
dandismo que resulta ser más que un gusto esnob por estar a la
moda: el dandi se convierte en el protagonista de su propia obra artística,
que consiste en el cultivo y cuidado de su propia imagen; en la creación de la máscara
perfecta que proteja lo interno de lo externo.
Cada uno de los aspectos reseñados anteriormente se manifiesta de maneras muy diversas
o peculiares según los autores, las disciplinas artísticas o literarias o los países
en donde estos creadores realizaron su labor.
Manuel Segade a lo largo de los capítulos
del libro va desgranando, de manera absolutamente excepcional, en qué consistió
la puesta en práctica del
Narciso Fin de Siglo
en cada uno de estos aspectos, aportando además datos y anécdotas realmente interesantes
y muy sustanciosas sobre los artistas citados o sobre las obras más representativas
creadas por estos.
Un libro apasionante de principio a fin, que he leído en todo momento con sumo interés,
aunque pienso que puede resultar quizá algo denso para lectores no especialistas
o interesados previamente en el tema expuesto. Sin embargo, lo cierto es que -a
pesar de que sí es cierto que requiere un cierta predisposición previa - es un libro
que he leído en muy pocos días y que me ha mantenido bastante enganchado.
Me parece además que se trata de un ensayo de gran belleza que en algunos pasajes
me ha llegado a conmover, emocionar, me ha movido a la reflexión e incluso me ha
ayudado a clarificar muchos porqués en torno a mis gustos literarios, mi forma de
enfrentarme a la creación literaria e incluso el modo que tengo de enfocar mi existencia.
Efectivamente, tras leer este libro me siento un Romántico de pura cepa, pero no
en el sentido habitual que se le suele dar a esta palabra -como sinónimo de sentimental
o enamoradizo- sino en el sentido más narcisista del término. Y es que en me he
reconocido en muchas de las cosas que aparecen expuestas en el texto como reflejado
en un espejo.
Joseph B Macgregor.
Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com
Comentario de los lectores:
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