No a la impunidad

Opinión:

Una de las virtudes de este ensayo es que ejemplifica con casos reales la impunidad que se oculta tras los ímprobos esfuerzos de gobiernos y estados, para impedir a cualquier precio una jurisdicción universal que persiga los delitos de lesa humanidad, esa estrategia que a costa de las víctimas sabe más de presuntas razones de Estado.

El terror de la dictadura militar argentina o la del régimen de Pinochet, el genocidio maya en Guatemala, el trágico asesinato de los jesuitas en El Salvador, Guantánamo, la dictadura del siniestro Stroessner, el pueblo saharaui, la represión al pueblo palestino o las matanzas en algunos países del África Central, o los casos más próximos como los de Couso o el franquismo, se desgranan página a página, entre otros ejemplos que también se describen en esta obra, con la precisión propia de un jurista avezado y valiente que nos advierte de los trágicos efectos de la ausencia de una jurisdicción universal que persiga los delitos contra los derechos humanos, más allá de donde se cometan.

Este recorrido intelectual por las vicisitudes con desigual fortuna de la jurisdicción universal en los últimos 22 años, tiene como corolario una reflexión tan oportuna como interesante, sobre qué futuro se puede esperar de este principio jurídico tan incómodo para tantos poderes e intereses creados, según el propio autor destinada para aquellos sin los suficientes conocimientos técnico jurídicos para que puedan comprender mejor el alcance de este asunto clave para la vida de millones de personas en todo el mundo.

Como señala Garzón, la jurisdicción universal se presenta como un instrumento que pretende defender a las víctimas de crímenes internacionales y luchar contra la impunidad de los perpetradores en aquellos casos en los que los damnificados no puedan encontrar la justa respuesta de los tribunales de su propio país.

Finalmente, el autor dedica unas páginas a la ansiada reforma legal en nuestro país sobre la jurisdicción universal, describiendo el estado del debate y la noble audacia de la propuesta que hoy se está promoviendo.

Una obra de interés, que describe con una indudable agilidad narrativa los casos judiciales en las últimas décadas que confirman la actualidad del debate, sobre algo tan justo, moral y necesario, para una humanidad que pueda gozar de unos derechos humanos garantizados por las instituciones de estados democráticos, como es el principio jurídico de una jurisdicción universal. Una obra tan oportuna como ilustrativa del reto pendiente.

Jorge Riet