Ninguna mujer ha pisado la luna

Opinión:

Al cerrar la última página de este libro de relatos me he quedado con ganas de más. Es como volver a la normalidad y poder respirar con alivio, sabiendo que esto es Literatura, en este caso Literatura con los pies en la tierra que logra elevarse de la realidad para crear algo nuevo, algo diferente y cautivador.

Y es que en "Ninguna mujer ha pisado la luna" encontramos una colección de magníficas historias a las que, partiendo de un hecho real y puntual, el autor ha sabido dar un giro para convertirlas en ficción literaria con la ayuda de su talento y de la imaginación, como muy bien explica Jon Bilbao en el prólogo.

Son relatos novedosos, sorprendentes, imprevisibles, con unos finales abiertos e inconclusos que te dejan con el sabor amargo de que todo sigue igual, de que no hay solución a los problemas, como en el caso del texto titulado "El cuarto oscuro" en el que un exitoso fotógrafo acosa sexualmente y con impunidad a sus modelos, y lo que es peor, con la aquiescencia de su alumno más aventajado que ni siquiera es consciente del delito, o no quiere serlo.

Es de destacar la capacidad de Kike Parra para atrapar y seducir al lector con una prosa sencilla y con unas historias no demasiado corrientes, historias fuera de lo común. De hecho, incluso los escenarios elegidos están alejados de la rutina y el día a día de la mayoría de los lectores. Con "Ninguna mujer ha pisado la luna"  viajamos hasta Nueva York en "Si puedes salvarme", hasta la República Democrática Alemana en "La vida de siempre de Markus Reinmann", hasta las Vegas en "No existe Lucy" o hasta Islandia para asistir a las desavenencias familiares en el interior de un búnquer.

Me ha encantado este libro que no tiene desperdicio, en él se conjuga la brevedad propia de género con la profundidad de las historias narradas. Ninguna te deja indiferente, todas provocan en el lector un sentimiento, bien de repulsa, bien de desasosiego, bien de impotencia ante la injusticia denunciada, casi siempre nos deja la impresión de que algo estamos haciendo mal, muy mal.

Jarment