Nadie ha muerto en la catedral

Opinión:

Rebeca Turumbay regresa a Cárcar para visitar a su tío y a sus ancianos amigos, pero con la misión de trasladar el cuadro de "El niño enfermo" pintado por Dalí y hallado en la escena de una muerte inexplicable. Ahora la Fundación para la que trabaja tendrá que autenticarlo, ya que el mismo cuadro se encuentra en un museo de Florida ¿Cuál de los dos cuadros es el original?

Una vez más la autora vuelve a combinar diferentes tramas llenas de intriga y misterio, una de ellas centrada en Dalí, que acabarán convergiendo en un final común, a excepción de los cuadros falsificados que lleva una ramificación pararela y su relación con la trama principal es meramente anecdótica, aunque su resolución permita aclarar muchos de los puntos de la trama principal.

Rebeca descubre que siente por Víctor algo más de lo que en principio creía y éste intentará conquistarla. Poco a poco su relación parece ir tomando forma aunque no termina de cuajar, la distancia, la distinta forma de ver la vida y las aspiraciones de ambos jóvenes son más fuertes que lo que sus corazones sienten. Además los miedos de Rebeca y los recuerdos de lo acontecido en "El próximo funeral será el tuyo" le harán ser más precavida, y es mucho lo que quiere olvidar.

Rebeca y Víctor volverán a unirse para tratar de esclarecer las muertes halladas en una de las capillas de la catedral de Pamplona. En su investigación descubren la implicación de tres sacerdotes, un importante abogado y puede que altas esferas de la Iglesia. A medida que se van acercando a la verdad más muertes se cruzan en su camino, esta vez ya catalogadas como asesinato.

Poco a poco descubren que todo tiene su origen con hechos ocurridos hace treinta años. Aunque el lector puede quedar un tanto despistado con el primer capítulo del libro que acontece en la Edad Media, en plena construcción de la catedral pamplonica; al final descubriremos la relación entre este hecho y el resto de los sucesos, aunque algunos lectores tal vez lo intuyan antes.

Al mismo tiempo la vinculación de Rebeca con Dalí nos permite averiguar un poco más sobre este insigne artista, aunque este conocimiento, en este caso, se puede considerar meramente anecdótico. Así descubriremos que el pintor se ayudó de otras personas para terminar algunas de sus obras ante la inmensidad de los proyectos que abarcaba y la dificultad de poder llevarlos todos a cabo.

La lectura es amena, sencilla y fluida. El ritmo es muy dinámico, ya que en esta ocasión ya no nos describe con tanto detalle los lugares, por los que el lector ya viajó en "El próximo funeral será el tuyo"; aún así consigue transmitirnos esa sensación de estar en los sitios por los que los protagonistas deambulan.

Además se nos permite conocer un poco mejor a los personajes secundarios y el final consigue sorprender a un lector que ya comienza a conectar con una Rebeca bastante renovada, ya que deberá tomar las riendas de su vida debido a que la relación de su familia con las obras de Dalí pondrán en peligro su ética personal y puede llegar a ocasionarle problemas en su trabajo.

Es una novela ligera que busca entretener y el cometido lo cumple, pero sin grandes complicaciones. Que nadie espere una historia profunda de investigaciones complicadas y personajes complejos. La trama e incluso algún personaje podrían dar de sí un poco más, pero en general es una novela fresca y trata bastante bien el fin el conflicto campo-ciudad en el cual caen bastante los muy urbanitas.

Respecto a su novela anterior creo que ha mejorado. Sin embargo, creo que se queda corta con algunos personajes que podrían dar más juego, pero tal vez veamos otra mejoría en libros posteriores.

Lo mejor es que va directa al asunto, la trama no se enrevesa, ni se encuentran múltiples sospechosos y variados motivos para lo ocurrido. Es poco lo que se nos ofrece, sólo queda ir descartando y averiguar junto a los protagonistas el cómo, el por qué, cuándo y quién. Agatha Christie en versión light, pero perfecto para iniciarse en el mundo de la novela policíaca.

Mila L. Castelo