Nadie contará la verdad

Opinión:

"Nadie contará la verdad" es la nueva novela de Pedro Feijoo, que ha sido publicada por Ediciones B dentro de su colección La Trama. Hace varios años reseñé otro libro del autor, "Morena, peligrosa y románica", que ya me resultó bastante interesante.

Esta de ahora, aun siendo también de género negro, es muy diferente, la historia que hay entre sus páginas son palabras mayores, pues Pedro Feijoo ha confeccionado un retrato de la sociedad española actual, sobre todo de la encumbrada en el poder. Vale, es ficción, pero podría ser la misma crónica que nunca veremos en una televisión o leeremos en un periódico.

El desfile de personajes muestra lo más granado del empresariado y de la clase política, todos medrando, eso es un eufemismo, a costa de los de siempre, entre chanchullos y comisiones, un dinero que les resulta muy fácil de escamotear, pues ellos mismos son lo que deberían controlar su destino. Y vaya si lo hacen, pero en dirección a bolsillos amigos.

La narración es trepidante, con un paso del tiempo marcado por el cambio de fecha justo en el inicio de algunos capítulos, que luego vendrán otros que transcurren en el mismo día, ya sea en el mismo escenario o en otros diferentes.

Además, otro elemento que colabora en esa impresión de rapidez vertiginosa es la narración en tiempo presente, mostrando en tercera persona lo que hacen y sienten los personajes en cada momento, dando forma así a una especie de ventana desde la que se asistirá como espectador de excepción a todo lo que ocurre, sea bueno, malo o peor.

Ahora bien, aunque la sinopsis, tanto la propia mía como la de la editorial, se centre en los periodistas, la mayor parte de la trama se dedica a seguir a esos otros personajes que se benefician, ¡y de qué manera!, de sus contactos en la administración pública. Que a unos les irá mejor que a otros, porque, a fin de cuentas, todos ellos son depredadores y siempre están prestos a tirarse al cuello de quien pillen desprevenido o débil, para desangrarlo, literalmente.

Es observar cómo actúan y se comportan, y sentir como el resquemor crece y desborda el ánimo. Porque, además, se siente todo el entramado como si fuese la pura realidad, tal como se puede imaginar que sucede en demasiadas esferas de poder, sea al nivel que sea, que unos pillarán menos cacho porque no hay más, mientras que otros ya ni se preocupan de lo que es legal o no, sino que, simplemente y como aparece en el mismo libro, la cuestión es si se puede o no se puede hacer, puesto que están por completo a salvo de cualquier eventualidad y sólo alguna indiscreción les podría traer problemas, de manera que hay que procurar que no haya nadie indiscreto y su lo hay, hacer que desaparezca.

Que sí, que esta es una novela de las buenas, de las que se leen con fruición, tal como he hecho por mi parte, que "Nadie contará la verdad" me ha parecido una excelente novela, que me ha atrapado en una lectura ansiosa, con el atractivo añadido de que es una ficción que parece totalmente real, que se puede producir en cualquier momento, si es que no lo ha sido ya.

Selin