Mujeres con gato

Opinión:

Carlos Salem es un escritor que gusta o que no gusta. No hay un término medio. Se debe en gran parte al lenguaje empleado y a los temas escogidos en sus obras. Su lenguaje es mordaz, directo, muy coloquial, a veces incluso demasiado informal para poder considerarse estético. Se trata de alguien que apuesta por esa carroña que describía Baudelaire a esa flor maravillosa de un paisaje bucólico. En esta recopilación de relatos amorosos se produce la incongruencia o la contraposición o la ironía de exponer el amor y tornarlo vomitivo o callejero o exageradamente morboso. Muy "de bar" (un lugar al que el escritor le gusta evocar). Pero, a fin de cuentas, el amor real, el que los humanos vivimos, no se aleja mucho del amor aquí descrito. Respecto a los temas, son muy surrealistas, que rayan lo inverosímil o lo absurdo, pero que le otorgan un toque fantástico e intrigante que harán las delicidas de aquellos que busquen vueltas de tuerca en las historias. 

El título hace referencia a los primeros relatos seleccionados por el propio autor. "Mujeres con gato. Manual  de instrucciones insuficientes", "Tu gato de los domingos" o "Simbiosis" son una serie de microrrelatos que dan inicio al recopilatorio de relatos pero cuyo tema central, el gato, desaparece, para dar paso a su primer relato, "El aleteo de la vida", el cual protagoniza Nicolás Sotanovsky, un tipo peculiar en el cual muchos lectores pueden verse reflejados, como ese "alguien" que habita en un sótano y que anhela pegar ese grito en el cielo pero que no puede por verse un incomprendido y por sufrir las torturas de un mundo frío ya pasado de amores corteses. Sotanovsky protagonizará hasta 14 relatos.

El autor recupera a uno de sus personajes predilectos, que ya realizaba su aparición en la colección "Relatos negros, cerveza rubia". Poe, ese al que le falta un huevo izquierdo y que se halla "enclaustrado" en un bar. Al respecto de esta colección, Carlos Salem tiene mejor pluma para relatos negros que para el amor. 

Cristià Serrano