Mentiras

Opinión:

He conocido a Yrsa Sigurdardóttir con este libro. Me consta que había otros anteriores y había oído hablar muy bien de ellos, así que le tenía ganas. La autora islandesa comienza su novela de forma impactante: el helicóptero que está llegando al faro divisa a gente muerta. Son los que han estado aislados y debo deciros que si bien flipaba con lo que contaba Yrsa, más me rayaba que ese aislamiento fuera tan opresivo… hasta que entré a internet a buscar el faro y descubrí que no era lo que pensaba. No era un enorme faro en una gran isla. Si miráis las fotos que os añado veréis que es un lugar pequeño y peligroso, y que el faro es enano. A partir de ese momento entendí muchísimo mejor la sensación opresiva de los personajes y todo cobró una dimensión distinta, más intensa y real. FOTOS:

Además, Yrsa introduce un misterio que parece inexplicable durante toda la novela. Paranormal, incluso. Este enigma se desvela cuando acaba la novela porque es cuando cierto personaje lo cuenta todo. Debo decir que a cien páginas de terminar la novela ya adiviné quién era el asesino aunque no me esperaba que fuera cierta persona. Me explico, puedo decir "el asesino es el primo de X", pero no sé cómo se llama ese primo y cuando acaba la novela lo descubro y resulta que es uno de los personajes.

Islandia es un mundo desconocido para muchos de nosotros y no tenemos por qué entender a los islandeses, vaya eso por delante, por eso cuando Yrsa narra que en pleno invierno Nói abre la ventana para ventilar la habitación de su hijo que está durmiendo, o que la vecina sale con bata a la nieve a mirar el mar al tiempo que el aire congelado le levanta la bata y aquí nadie se muere de frío… precisamente por esas actitudes que en ellos son normales y a mí me dejan flipada, hacen que deba entender o considerar factible el final en el faro, cuando uno de los personajes se vuelve histérico prácticamente desvelando a otro algo que no debía saber. Dicho de otra forma: algún que otro comportamiento puede pareceros demasiado raro, pero son islandeses, y en su país, como cuenta Nína, el derecho de los padres a maltratar a los hijos era mayor que el derecho de los niños a estar protegidos y tener una infancia feliz (pag. 177).

Además, el misterio es considerable: Nína y su marido viven en una casa donde treinta años antes pasó lo mismo que les ha pasado a ellos. En el faro aparece una pintada y un anónimo cuando no hay posibilidad de que haya nadie más que los cuatro que llegaron y han quedado aislados; un gato parecido al de ellos pero no el suyo, aparece muerto sobre la barbacoa de la casa de verano de Nói y Vala… Y así todo. Misterios que son inexplicables hasta que se unen las tres historias y todo cobra sentido.

Y a pesar de haber sabido quién estaba detrás de las muertes (y por qué) desde cien páginas antes de terminar la novela, me la leí con unas ganas locas de descubrir su nombre y que se resolvieran otros temas, y es que Yrsa Sigurdardóttir crea un clima de tensión, desasosiego y misterio que te pegan a las páginas.

La novela está narrada con tres líneas distintas que además no coinciden en el tiempo, aunque apenas son unos días arriba o abajo. Tiene mucho sentido el por qué y desde luego está tan bien hecho que no provoca ningún despiste. No te pierdes en ningún momento con las tres historias, pues los personajes y las tramas están muy bien definidas. En algún momento puede que hagáis como yo y miréis de nuevo las fechas de cada suceso, y entonces algo hace clic y entendéis algo ¡pero no todo! Hasta el último momento prácticamente no sabes qué une exactamente a esos tres grupos distintos de personas. Esta es de esas novelas en las que te enteras de todo al final porque un personaje se encarga de narrarlo, así que tampoco esperéis un final convencional.

Eso sí ¡os la recomiendo! Yo me lo he pasado en grande con ella.

Anika Lillo

Foto homenaje: