Me deseó felices sueños

Opinión:

La madre de Massimo Gramellini falleció cuando el autor contaba 9 años; éste es el punto en que arranca la historia, con el dolor y el desconcierto del niño ante la muerte de su madre. A partir de aquí, el autor nos explica cómo pasó su infancia preguntándose porqué fue precisamente su madre la que murió, cómo envidiaba a sus compañeros cuando los veía con sus madres, cómo buscó una figura femenina que la supliera sin lograrlo, cómo se avergonzaba de ser huérfano y las historias que inventó en torno a su madre para ocultarlo, y, sobre todo, su sensación de no ser querido.

Como adolescente y joven adulto siente que la ausencia de su madre dificulta su relación con las mujeres y nos explica cómo la relación con su padre se vuelve problemática

Como adulto nos habla de su vida laboral y cómo todavía lastra su existencia esa ausencia materna. Hasta que Madrina, a raíz de un libro escrito por el autor, le cuenta la verdad sobre su madre y su muerte.

"Me deseó felices sueños" es una obra desconcertante; sorprende el distanciamiento con el que el autor nos relata unos hechos tan íntimos y dolorosos; el sentimiento parece ausente hasta que nos relata la historia de Salem, un huérfano que conoce durante su estancia en Sarajevo como corresponsal de guerra, aquí el sentimiento se desborda y es cuando te das cuenta de que ese distanciamiento corresponde a la estrategia narrativa seguida por el autor para evitar ofrecernos una obra excesivamente sentimental y dolorosa.

El relato es un canto a la importancia de la figura materna en nuestras vidas y lo que comporta su ausencia en la vida de un niño; pero la verdad es que no importa cuando se vaya, su ausencia siempre deja un vacío imposible de llenar en tu interior.

A pesar de la conflictiva relación con su padre, cuando el autor descubre la verdad sobre la muerte de su madre, se da cuenta del profundo amor de su padre que no dudó en tejer un mundo de mentiras para protegerlo de la verdad y del dolor que podría causarle las circunstancias de la muerte de su progenitora.

Así, la obra resulta una invitación a apreciar y valorar a nuestros padres y a decirles lo que significan para nosotros antes de que sea demasiado tarde.

Al mismo tiempo, el autor nos exhorta a afrontar la verdad por dolorosa que ésta pueda resultar porque de no hacerlo así perderemos multitud de oportunidades y malograremos nuestras vidas; a la vez que nos advierte de las terribles consecuencias que el miedo puede tener en nuestras vidas.

Massimo Gramellini utiliza su historia personal como ejemplo de todo ello. Él aprendió la lección y logró rehacer su vida; generosamente expone su propia y dolorosa experiencia a nuestro servicio para animarnos a enfrentarnos a nuestros miedos, a aquellas verdades que conocemos pero no queremos afrontar, para que de esta manera podamos alcanzar una vida más plena y feliz.

"Me deseó felices sueños" es la historia a veces conmovedora; a veces irónica e, incluso, divertida de un doloroso drama personal. Una lectura apasionante que no les dejará indiferentes.

Jaci Alía Arreche