Los pájaros de Verhovina

Opinión:

Es una pena: las novedades procedentes de Europa del Este, que la editorial Acantilado se encarga de traernos con ediciones muy cuidadas, no logran la misma acogida que las obras inglesas o españolas en la misma editorial. Por eso, del escritor rumano Ádám Bodor difícilmente se puede encontrar información en español, pese a que este es la tercera novela que se traduce del autor procedente de Transilvania. De hecho, "El distrito de Sinistra" (2003) fue elegido por 'La Vanguardia' como el mejor libro de narrativa extranjera de aquel año y fue galardonado, también, con el premio de traducción Ángel Crespo.

El caso de "Los pájaros de Verhovina" es ligeramente diferente. Empezaré siendo sincero: se trata de una novela difícil por la cantidad de detalles y personajes que despliega el autor. No me atrevería a hablar de novela coral, pues hay indudablemente unos protagonistas claros, pero sí de construcción en los límites de lo que podemos considerar una novela, pues no hay un hilo argumental único, sino que la obra está formada por trece capítulos focalizados en personajes distintos que habitan en Jablonska Poliana. El universo narrativo y el punto de vista del narrador son siempre los mismos, pero la historia va cambiando, dando vueltas por todos los recovecos de esa curiosa aldea.

Y es que Jablonska Poliana no es un lugar normal. Desde que las obras en la vía ferroviaria quedaron abandonadas, el tiempo aparentemente huyó de la zona y todo quedó olvidado. Incluso los pájaros huyeron del pueblo y jamás se les ha vuelto a ver. En este panorama, el brigadier Anatol Korkodus, encargado de la Brigada de asuntos hidráulicos, trabaja diariamente coordinando a los jóvenes que 'rescata' de orfanatos e instituciones para darles una nueva vida. Muchos de ellos huyen, pero otros se quedan y le brindan su ayuda, como el narrador de la novela. De hecho, "Los pájaros de Verhovina" se inicia con la llegada de un muchacho rebelde, Daniel Vangyeluk, que se apea del tren con la esperanza de encargarse de los pájaros de la región.

Pero son el resto de personajes los que más color dan a la novela: Nika Karanika, una enfermera con poderes mágicos, capaz de resucitar a dos niñas calcinadas por un rayo; Klara Burszen, que disfruta cada día oyendo la lectura de novelas húngaras, a pesar de no conocer el idioma o Delfina Duhovnik, que convivió durante todo el invierno con el cadáver de su marido. La singularidad de las situaciones individuales que conforman la vida en "Los pájaros de Verhovina" acerca el relato a las prácticas del realismo mágico.

Darío Luque