Los melones de la ira

Opinión:

Buscando el título original en internet leí que Bastien Vivès aceptó el reto de sus editores de hacer un cómic pornográfico y que "Los melones de la ira" es el resultado. A pesar de que lo ha conseguido, lo que se trasluce -bajo mi mirada- de esta novela gráfica es una auténtica crítica a los abusadores sexuales, en este caso en la forma de médicos y hombres de poder. También he leído que hay quien lo entiende como una broma, y he de confesaros que cuando empecé a ver lo que ocurría me chocó tanto ver las primeras imágenes que me dije a mí misma: "O lo entiendes como un cachondeo, una comedia, o lo entiendes como una auténtica crítica". Opté por verlo como una comedia, así que probablemente a este articulista no le faltaba razón, pero no sé si quizás por ser mujer o por ser muy sensible, acabé viéndolo con otros ojos. No podía ser inmune al espanto que me provocaban esos hombres abusando, cada vez más desvergonzadamente y cada vez más en grupo, de una joven que por pura ignorancia desconocía cómo se trataba un tema médico como el suyo. Aquí, obviamente, habría que ver un nivel intelectual bajo mínimos, amén de una ignorancia absoluta hacia el mundo ajeno (en esta casa no llegan las nuevas tecnologías y hay una escena del padre intentando subir un vídeo a internet que muestra que ni a eso alcanza su cultura general contemporánea). Cuando el padre conoce toda la historia toma cartas el asunto, y doy gracias a Vivès por haber dado al hombre la herramienta de la venganza, porque de lo contrario no habría podido soportar la historia.

En cualquier caso la idea era innovar en su propia carrera o atreverse a hacer algo bastante opuesto a lo que hace normalmente. A Vivès le conozco especialmente por sus historias intimistas, escenas y escenarios comunes con los que es fácil empatizar. Vivès, sin aparente esfuerzo, consigue que conectes con sus historietas. Y aquí llega "Los melones de la ira" para poner un tono negro a una carrera blanca (no en sentido negativo, sino de contrastes). Desde luego lo ha hecho bien, muy bien, aunque no pueda verla como una comedia, me haya revuelto las tripas y me haya hecho hervir la sangre. Lo cierto es que si alguien consigue eso ha tenido un éxito rotundo. A mí me ha provocado sentimientos muy fuertes. Le doy la enhorabuena de nuevo.

En cuanto al dibujo, los que conocemos a Vivès sabemos que aunque parece tener  preferencia por un tipo de dibujo o ilustración, no se queda nunca estancado y se le ve un autor bastante versátil. En "Los melones de la ira" el acabado es a veces incierto, bastante minimalista -dando así importancia a la escena y no a los detalles ambientales-, y está tintado en gris, negro y blanco.

"Los melones de la ira" ha quedado dentro del cómic de adulto, para mayores de 18 años. El sexo es explícito y además de los abusos hay incesto en esta historia.

Sigo queriendo más Bastien Vivès.

Anika Lillo