Los Inválidos

Opinión:

Tras una portada provocadora de manera significativa podríamos pensar que nos vamos a encontrar con una novela erótica. O negra, tal como también se está ofreciendo a los lectores. Pues no. O sí, que algo tiene que entra en esos conceptos, pero no se trata más que de los detalles del decorado.

De cualquier modo que le entremos, es una novela corta que se ofrece en formato de bolsillo, el propio para entretener el tiempo de un viaje. Son cuestiones de mercado, que personalmente considero que le restan empaque a una novela que luego, cuando nos sumerjamos en su lectura, se demuestra bastante más compleja.

Para empezar, una protagonista escritora frente a un antagonista también escritor. Sin olvidar a la autora, también presente en algunos momentos determinados. Correcto, nos encontramos ante un juego de espejos literarios con unos personajes que intentan sacar fuera sus propios demonios, o reconciliarse con ellos, pues forman parte indisoluble de su propia esencia personal.

La estrecha relación entre el bagaje emocional y los pensamientos de la protagonista y lo que ocurre a su alrededor conforma una trama que se cierne sobre ella, que se focaliza en su persona, siendo alternativamente alma y cosa de la acción.

Habrá expresiones que resultarán extrañas a nuestros usos lingüísticos, ya que Claudia Marcucetti utiliza su lenguaje natural mexicano. Eso no constituye ningún problema, incluso al contrario, muchas veces me ha sorprendido la economía de palabras cuando un solo vocablo equivalía a locuciones nuestras más largas. Incluso alguna que no está recogida en ningún diccionario, aunque allí sea de uso común.

La sexualidad también está presente en su amplia complejidad, ya sea libre o atormentada por las normas sociales impuestas. Se puede presentar íntima o pública, gozosa o angustiante, formal o escabrosa. Hay donde escoger y disfrutar.

Desde el principio, "Los Inválidos" nos adentrará, a modo de diario centrado en los momentos importantes, en una dramática evolución personal arrastrada por los acontecimientos y que conseguirá nuestra atención aun después de haberlo cerrado. 

Selin