Lo que no dicen los muertos

Opinión:

"Lo que no dicen los muertos" es la primera novela de José Manuel Fuentes. En un principio se escribió como guion para una película, por eso su fuerza recae sobre sus protagonistas y en unos diálogos convincentes. Escrita en varias voces, va narrando la historia de unos personajes angustiados siempre al borde del abismo: Ana, Gabriel, Beatriz, Arturo, Libia, Virgilio, Damián, Amanda, Abraham, Tony y Carmela, todos ellos llenos de matices, pudiéndolos amar u odiar, porque sentiremos confusión ante ese juego de emociones que nos atraen cuando comprendamos que esa enfermedad que padecen es mental o física. 

Una novela donde la brutalidad se adueña de sus páginas hasta el extremo de llegar a tocarse el dolor y la locura. Asesinos, víctimas y sangre. No es una novela para lectores sensibles, pero se mueve en una trama muy bien estructurada repleta de sorpresas y giros que saben atraparte para seguir leyendo. Muy buen estreno de este autor que supo recrear el ambiente mediterráneo donde está adaptada la historia, tiñendo de rojo las aguas azules. 

Los asesinatos no son glamurosos, José Manuel nos retrata al asesino común que siempre es el más complejo y despiadado, seleccionando esas muertes de manera espeluznante. Destrucción y locura, las vidas se desenvuelven como la poesía, trágica y breve. Un realismo que podremos casi tocarlo dentro de una novela más que negra, oscura, con vidas repletas de ira y venganzas. Aquí ningún vicio es demasiado retorcido, ninguna depravación demasiado perversa, mientras tanto el lector se siente atrapado en este extraño puzzle de horror junto a demasiados sentimientos a flor de piel. En "Lo que no dicen los muertos" diálogo, narración y las descripciones violentas trabajan en conjunto para crear una lectura inolvidable. 

Su autor buscó la complicidad del lector no queriéndolo dejar fuera y desde luego lo logró. Una novela cruda sin florituras ni paja que va directa al asunto sin detenerse en demasiados detalles superfluos. Una trama que engancha con esas personas buscando a otras personas a la vez que se siguen buscando a ellos mismos. Es una novela que refleja la sociedad de ahora y es que una vez que se satisfacen las necesidades físicas de alimentación y refugio, la identidad se convierte en la siguiente necesidad natural a satisfacer. La humanidad ha pasado años de vida tratando de precisar el elemento elusivo que nos hace ser quienes somos. Este libro habla de ese anhelo de autenticidad e identidad propia. Expresa el dolor y la angustia que forman parte de ese viaje. 

Historias entrelazadas que dejan un final abierto y sobrecogedor. 

Una muy buena primera novela. Sí, lo recomiendo y mucho.

Violeta Lila