Las hijas del agua

Opinión:

Cada vez es más frecuente que, rostros conocidos del mundo de la televisión o del periodismo, se adentren en el terreno de la literatura. Es el caso, por ejemplo, de Christian Gálvez, Carme Chaparro o Mara Torres. Sandra Barneda es otro de estos rostros conocidos que compagina su labor como presentadora de televisión con la literatura. Ella debutó hace unos años con su novela "Reír al viento", publicada también por Suma de Letras. Un debut que le fue muy bien ya que la novela recibió muy buenas críticas y sigue siendo muy leída. Este 2018, ha vuelto con otra novela: "Las hijas del agua" cuyo título nos da ya una pista de lo que el lector va a encontrarse en ella.

Televisivamente Sandra Barneda no me gusta, pero sí la Sandra Barneda escritora. Sus novelas no se limitan a narrarnos una historia sino que pretenden ir más allá. En "Las hijas del agua" hay una clara defensa de la mujer. Es una novela muy feminista y femenina. La acción transcurre en la Venecia de finales del XVIII. Es un momento de cambios y revoluciones, de Declaraciones de Derechos del Hombre en los que las mujeres quieren también participar y ser tenidas en cuenta. Lo que más me ha gustado de la novela ha sido todo lo que rodea a estas Hijas del Agua. Un grupo clandestino que lo que pretendía era dar voz a las mujeres, hacerles salir de su anonimato. Las protagonistas, como Arabella Massari o Lucrezia Viviani, son ficticias pero se relacionan con otras reales de mucho peso entre las que destaca Mary Wollstonecraff ( la madre de Mary Shelley y una de las primeras feministas de la Historia). Esta conexión que establece aporta mayor calidad a la novela. Hace que no se quede sólo en una bonita historia sino que transmita un mensaje.

"Las hijas del agua" es una novela con mucho ritmo porque suceden muchas cosas. Hay momentos de tensión en los que no puedes evitar sentir temor por la suerte que pueda correr uno de los personajes, otros en los que descubrimos las intrigas palaciegas que se daban en la corte veneciana sin olvidar los más románticos protagonizados por Lucrezia y Filippo. Una relación que, por sus características, es muy clásica, muy romántica. Personalmente, me ha recordado un poco a la que vivieron Romeo y Julieta. Matices clásicos que contribuyen a que "Las hijas del agua" vaya calando en el lector.

En la novela aparecen muchos personajes pero los principales son las mujeres y así lo ha querido la autora. En una entrevista concedida al periódico La Vanguardia el pasado 14 de marzo, Sandra Barneda expresó que había querido darle voz a las mujeres olvidadas, a aquellas que no aparecen en los libros de Historia pero que contribuyeron mucho a los cambios que se dieron después. Estas mujeres que protagonizan su novela son mujeres valientes, decididas y muy seguras de sí mismas. Todas ellas son conscientes de que no lo tienen fácil, que en una sociedad como la veneciana del XVIII la mujer no tenía derecho a nada.

Desde el punto de vista histórico, ha sabido trasladar toda la atmósfera de la Venecia del XVIII. Gracias a ella podemos conocer mejor a las Foscas y por qué las mujeres debían llevar esa máscara negra.

Cuando empecé a leer "Las hijas del agua" sabía que iba a gustarme pero no tanto. Es una novela que hay que leer porque, en el fondo, todas somos mujeres de agua e hijas de la misma.

Ysabel M.