Las brujas de Westwood

Opinión:

"Walpurgis Passion" es la historia 'ficticia' que escribe Jack. Imaginaos una serie tipo "Mujeres desesperadas" con un montón de señoras jóvenes de muy buen ver en un barrio aparentemente modélico donde se esconden, en realidad, brujas de las de verdad, de las que hace aquelarres, se reúnen con el macho cabrío, hacen orgías… Esa es la historia que escribe Jack pero ¿recordáis aquello de "escribe sobre lo que conozcas"? Ahí se esconde parte del  secreto del éxito de su novela, y nosotros lo sabremos enseguida. En cuanto Jack vuelva a su pueblo, nosotros seremos testigos de la existencia de las brujas. Entre ellas, el macho cabrío, un fantasma, un aquelarre fallido, y el encierro en un psiquiátrico de una de las chicas, toda la novela gráfica mantiene la atención lo suficiente como para que no importe que se vea demasiado condensada.

"Las brujas de Westwood" se publicó originalmente en Estados Unidos y se escribieron cuatro capítulos por separado, haciendo que El Torres, responsable del guión, tuviera distintos compañeros de trabajo en la parte artística. Y eso se nota. Se aprecia un cambio bastante notable en las últimas páginas si las comparas con las primeras. En la segunda parte el personaje de Jack, por ejemplo, es mucho más perfecto en su dibujo, y los personajes en general tienen más facciones más claras y realistas, mientras que en su inicio da la impresión de que a las mujeres, por ejemplo, con cambiarles el pelo ya son otros personajes. Físicos y gestos en general mucho más igualados al inicio, mejoran en los siguientes capítulos.

La novela es una de esas historias de terror típicas de El Torres que los fans del horror agradecemos: las imágenes que acompañan al texto, el joven escritor torturado por un bloqueo y por un fantasma, el terror de las propias brujas -que nos muestran escenas horripilantes y sexuales a un mismo tiempo (en los aquelarres)- porque todo no sale como esperan, y una de mis escenas favoritas ambientada en el psiquiátrico, nos muestran una moderna historia de brujas con el toque de la brujería clásica. Y nos ofrece un final de impacto: todo lo que has leído quizás sea otra cosa, y eso lo hace porque como bien dice Torres él es un escéptico de mente abierta (lo llama sano escepticismo).

Entre capítulos un regalo: imágenes extra de Abel García, y al final un texto del propio Torres donde nos cuenta todos los secretos del tebeo. También añaden imágenes homenaje de amigos, y todo esto encuadernado -como estamos acostumbrados- con una exquisita calidad en tapa dura ya todo color.

Nota final: buscando una imagen interior para ilustrar la reseña me he encontrado con que en la propia página de la editorial se hace mención a algo que yo misma había dicho en el reseña, lo que significa que no iba desencaminada con mi visión de la ambientación del comic (la alusión a la serie televisiva)

Anika Lillo