Largo proceso, amargo sueño. Cultura y política en la Cataluña contemporánea

Opinión:

Hace pocos años, Jordi Amat publicaba en catalán "El llarg procés", el germen del libro que ahora publica Tusquets Editores, "Largo proceso, amargo sueño", con información ampliada y corregida. Se trata de un ensayo que indaga en las relaciones culturales y políticas entre España y Cataluña durante el siglo XX, en el período que sucede desde la Guerra Civil (con Francesc Cambó) hasta el largo mandato de Jordi Pujol. La metodología de Amat, formado en la Unidad de Estudios Biográficos de la Universidad de Barcelona -y discípulo de Anna Caballé y de Jordi Gràcia- consiste en el uso indiscriminado de cartas, prensa, libros y documentos, en muchos casos inéditos, para ilustrar la historia cultural de este país.

El largo recorrido sociocultural que relata Jordi Amat en "Largo proceso, amargo sueño" se inicia en el aparato propagandístico que Francesc Cambó intentó montar en torno a su figura política. Cambó utilizó a intelectuales y periodistas como Ramon d'Abadal, Gaziel y Estelrich para limpiar su imagen y justificar el alzamiento militar que dio lugar a la Guerra Civil, y que la Lliga, su partido político, apoyó en todo momento. Partiendo de este suceso, que implicaría diversos intentos de escritura y muchos epistolarios, Amat recorre los años de la posguerra de la mano de Gaziel, director de "La Vanguardia" o del famoso escritor Josep Pla, que trabajó para el régimen, si bien más tarde se retractaría de ello y se revelaría como catalanista.

Este catalanismo se extiende en el tiempo y también en el espacio, pues en el exilio muchos intelectuales trabajan por Cataluña, como el historiador Jaume Vicens Vives o el filósofo Josep Ferrater Mora. Mientras tanto, en España se suceden revistas o semanarios como "Destino" o "Serra d'Or", que serían clave en la consolidación de un catalanismo cultural y, a su vez, ambas serían agentes determinantes para el catalanismo político: la primera cayó en desgracia cuando pasó a manos de Jordi Pujol, por lo que creó a la segunda como mecanismo de propaganda.

Revistas, filósofos, historiadores, juristas, escritores, políticos, abogados, editoriales, libros, semanarios, congresos, fiestas… Son incontables los elementos que forman "Largo proceso, amargo sueño", a modo de crónica histórica de una realidad cultural, que es precisamente la causa del presente que vivimos, tanto a nivel político como a nivel cultural e intelectual. Jordi Amat no plantea solo un estado de la cuestión, sino que traza un detallado análisis de causas y consecuencias, un hilo de ideas, que permite entrever parte de la historia que nos ha conducido al llamado 'Procés', tan fatídico, donde la cultura ha servido a la política como se viene haciendo desde el siglo pasado.

De hecho, en "Largo proceso, amargo sueño" Amat narra múltiples ocasiones en las que un discurso político, como el de Cambó o el de Pujol, ha utilizado los medios culturales para sus propios beneficios. Jordi Amat ha escrito uno de los libros más ambiciosos y valientes de la temporada, pues hoy en día no es nada fácil señalar con el dedo a todos aquellos que llevan la bandera por delante de la conciencia. Sin lugar a dudas, "Largo proceso, amargo sueño" es un hito en el ensayo español del siglo XXI. Y venía siendo un libro muy necesario.

Darío Luque