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La tierra de Dios

Ficha realizada por: Ariodante
La tierra de Dios

Título: La tierra de Dios
Título Original: (La tierra de Dios, 2009)
Autor: Claudia Casanova
Editorial: Planeta
Colección: Planeta Fábula


Copyright:

© Claudia Casanova, 2009

© Planeta, S.A., 2009

Edición: 1ª Edición: 2009
ISBN: 97884086857
Tapa: Dura
Etiquetas: España Barcelona religión edad media historia de España ficción histórica histórica judíos literatura española musulmanes cristianos moros y cristianos Córdoba Toledo
Nº de páginas: 550

Argumento:

 

Claudia Casanova (Barcelona, 1974), escritora, traductora y editora, especializada en sus investigaciones sobre el medioevo europeo, autora de una primera obra, La dama y el león, ambientada en la Francia del siglo XII, de la cual "La tierra de Dios"  es secuela, si bien ésta se desarrolla casi en su totalidad en tierras españolas, en plena Reconquista.

El marco y escenario de las aventuras es la época en que coinciden los reinados de Alfonso VIII de Castilla, Alfonso II de Aragón (yerno de Enrique II de Inglaterra, y Leonor de Aquitania) y Fernando II de León. En Europa Federico Barbarroja  impera,  a la greña con el Papa Alejandro III, inquieto por los avances musulmanes. El rey castellano intenta una alianza para combatir las tropas moras de Abu Yaqub Yusuf Al-Mansur, califa almohade, pero las cosas parecen torcerse por la intrusión de una conjura tras la figura del Mahdí, especie de mesías libertador para la causa musulmana.
 
La obra combina personajes y acción reales con ficticios, de los cuales hay, muy oportunamente, dos listados al final de la novela, a los que se añade una bibliografía y un brevísimo comentario de la autora sobre el tono de la obra. Los personajes reales deberían ceñirse a los hechos, -no siempre lo hacen-, y los ficticios crean su propia aventura, y son éstos los que continúan una trayectoria que empieza en Francia, y que la autora desarrolla en La dama y el león.

Al mismo tiempo, somos espectadores de una trama política entre los reyes de Castilla, Aragón, Navarra y León, e incluso de Enrique II de Inglaterra, que trata de dirimir las eternas disputas hispanas en su provecho. Y también se sigue otro hilo con la fabulación sobre el supuesto Mahdí, detectado por el Papa, que envía emisarios para evitar un desastre.

 

Opinión:

 

El espíritu que anima la obra es el de la convivencia de las tres culturas: cristiana, judaica y musulmana. Convivencia que en realidad sólo lo es parcialmente. Como individuos, hay un permanente contacto e intercambio de miembros de las tres religiones, ejemplificado en los personajes de la novela, a cual más variopinto. Pero como entes políticos ocurre justo lo contrario: la tensión máxima se desarrolla entre los reinos cristianos y los moros. Los judíos, al ser un grupo social sin reino cuya posición de poder se concentraba en la economía, por una parte, y en la medicina y la investigación por otra, fluctúan entre ambos como una bisagra, repudiados y necesitados a la vez.
 
La novela, muy en la línea de la obra de Peter Berling, está bien documentada, el clima político es correcto, las aventuras tienen en general su interés, y la acción está dosificada para que vaya creciendo paulatinamente, aunque con algunos tramos donde, se queda un tanto en suspenso, por disgresiones relativas a los hechos reales, por una parte, y a las teorías mesiánicas musulmanas por otra. Sobra metraje, en mi opinión.

Se echa en falta un prólogo, o una nota en la contraportada, en  que se relacione, aunque muy sucintamente, esta obra con la anterior, La dama y el león, en la que los protagonistas principales tienen sus primeras aventuras. Porque la irrupción en la escena es excesivamente brusca y tardamos bastantes páginas en saber algo de ellos. Tampoco los personajes femeninos principales están tratados con profundidad, aunque tengan algunos momentos emocionantes, pero, en general, se dejan un tanto de lado, en función del conjunto. En la resolución de la batalla final también se toma abundantes licencias que se entremezclan casi con lo fantástico. El desenlace es sorprendente y mantiene muy bien la atención.

A destacar: la presentación del libro es excelente, la portada muy atractiva, e incluye planos de las tres ciudades: Barcelona, Toledo y Córdoba, ejes de la acción. En suma, un producto que no deja de tener su interés, pero mejorable. Si prescindimos de estos detalles que he tratado de señalar y que al gran público probablemente no  incomoden, es una novela de aventuras que se deja leer bien y que entretiene, a la vez que ilustra sobre el mundo medieval hispánico.
 
Ariodante
Marzo 2010

 

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