La prometida del duque (Los dos duques de Whyndham 2)

Opinión:

Julia Quinn, escritora estadounidense consagrada en el género de la histórica romántica, se ha vuelto mundialmente conocida gracias a la adaptación cinematográfica de su serie familiar "Bridgerton". Gracias a tal éxito la editorial Titania permite a sus lectores redescubrir las obras de esta gran autora con un toque más actual en la reedición de sus portadas y una mejor traducción.

En "La prometida del duque" se pone fin a la bilogía "Los dos duques de Wyndham" con una historia fresca y divertida en donde se detallan y desvelan los secretos del romance secundario que en el primer volumen se quedó sin resolver.

"El duque de Wyndham" nos presentaba la trama de un ladrón de caminos que, aparentemente, resultaba ser el heredero de un ducado. A pesar de que la historia se resolvía en el mismo volumen, las lectoras necesitábamos saber cómo Thomas, aquel que había crecido bajo el estigma de ser el heredero, no solo vivía el proceso, sino también su romance con Amelia. El deseo se ve saciado con un segundo volumen en donde la autora presenta la otra cara de una historia llena de secretos familiares, misterio, acción, bandoleros, duques y mucho romance.

Con una narrativa ágil, sencilla, delicada y, sobre todo, hilarante, Quinn vuelve a presentar a unos personajes, ya conocidos en el primer tomo, con un cariz distinto. Si bien a priori puede parecer que la historia es repetitiva o los personajes no pueden ofrecer ningún tipo de emoción, puesto que ya han sido presentados, la autora logra sorprendernos de un modo sublime al exponer la misma historia desde otro punto de vista y con ella, los sentimientos, pensamientos y emociones del lado opuesto.

Me ha gustado especialmente el modo en que se presenta en cada novela al antagonista de la otra como principal objetivo de desarrollo, pues permite descubrir las diferentes visiones de una misma problemática a través de la mirada de dos personas con una mentalidad opuesta, del mismo modo que al cambiar la versión, la propia historia parece transformarse.

La trama es dinámica, entretenida y no se abusa de descripciones, lo que permite mayor ligereza e inmersión en los diálogos, la introspección de los personajes y los grandes acontecimientos.

La novela logra atrapar tanto por la creatividad de la autora para confeccionar a unos personajes originales y muy bien formados y presentados, como por la gran capacidad y maestría que presenta al detallar acontecimientos e ir dando cuerpo a cada una de las situaciones.

Como en cada novela de Julia Quinn, la ambientación y el rigor histórico se manifiesta de un modo extraordinario transportando al lector inmediatamente a la época y materializándola en un estilo costumbrista delicado y sosegado. Así mismo lo hace en el momento de plasmar, a través de los personajes y sus circunstancias, las limitaciones y características de la época, como puede ser la diferencia de clase social, los protocolos preestablecidos, las normas de convivencia, las relaciones entre sus miembros e incluso las obligaciones y posición de cada estamento.

A lo largo del libro subyacen temas como el amor, la amistad, el clasismo, la libertad, el deber, el honor, las relaciones sociales, el papel de la mujer y la familia.

A diferencia de la anterior, con esta novela he sentido más empatía por sus personajes protagonistas, especialmente Amelia, quien sufre ante la imposibilidad de poder elegir su propio destino por estar doblegada a la voluntad masculina y la imposición social. Me ha parecido un papel revelador y muy interesante, ya que en ella se descubre a una mujer que crece, evoluciona y consigue alzar la voz a pesar de las adversidades. Del mismo modo, su compañero, Thomas, resulta un personaje masculino del que es fácil enamorarse, pues encierra virtudes tan férreas que le llevan incluso al sacrificio personal. En él se descubre una transformación abismal a la par que durante toda la novela se encuentra en una exhausta lucha interna de identidad.

Se trata de una novela que más allá de la comicidad, el romance y la aventura, presenta un trasfondo que permite reflexionar sobre diversas problemáticas que hoy en día se siguen dando, considerando que tanto Amelia como Thomas se realzan en su figura y nos dan un ejemplo de superación y fidelidad consigo mismos.  

El resto del elenco acompaña la trama con su carisma y singularidad. Cada uno de ellos manifiesta su personalidad de un modo muy marcado versando desde los caracteres más joviales y distraídos hasta los más opuestos llenos de rectitud y disciplina, lo que supone un choque de pensamientos y actitudes que ofrece al lector grandes momentos de entretenimiento e hilarantes diálogos.

Sin duda alguna he disfrutado con esta novela que se sale de lo estereotipado, y es por ello que la recomiendo abiertamente a los amantes del género, apuntando haber leído ante el primer volumen, ya que, de ese modo, descubrirá más profundamente a sus personajes siendo capaz de valorar el sentido y los aprendizajes que encierran de forma global la otra versión de una misma trama.

Marisa Costa