La melodía de la oscuridad

Opinión:

Me ha gustado mucho, más de lo que esperaba en realidad. No sé si eso influye, puede que sí. Ya me gustó "La carcoma" (aunque yo prefería un final más sobrenatural que no encontré) pero "La melodía de oscuridad" me ha sorprendido muy gratamente.

Por un lado la trama: brutal. Un tipo cuyo pasado se encuentra en Rumanía, quiere hacer los doce trabajos de Hércules y para cada uno, una muerte con tortura. ¿Por qué? ¿Qué motivos puede encontrar para hacerlo? Normal sería que pensarais que se cree Hércules, y no iríais desencaminados, pero el asesino, Alceo, no está solo, y además arrastra un trauma por el cual quiere conseguir ese reto, para conseguir el perdón. Su historia es bestial. Está bien descrito físicamente (la cara ni la recordarás, pero sí su aspecto) pero sobre todo psicológicamente, que es lo mejor siempre en tema de personajes. Con su historia vais a flipar si aún no habéis leído el libro.

Por otro lado está Adriano, otro personaje para quitarse el sombrero. No solo ciego, también desfigurado. Insoportable con los demás, porque lo que ha quedado de él es poco menos que nada y no lo puede soportar: invidente, dependiente, cabreado con el mundo… y siempre lo paga su mujer. Todavía son demasiado jóvenes para acabar mal, así que tenemos una relación matrimonial en crisis donde uno da y el otro recibe pero sin agradecer. ¿Qué pasará? Eso es lo que más me ha gustado: es muy realista. Existe gente como Adriano, y existe gente como Patricia. El final se reserva una sorpresa, aviso.

El teniente Román es quien llama a Adriano y con él vemos cómo está el cuerpo, cómo trabajan en comisaría, etc., pero también tiene un perfil psicológico interesante. Además proponiendo esta pequeña colaboración a Adriano parece que le insufle vida, y así es como por un lado él se va animando (tiene la impresión de ser útil) y por otro, tiene más peleas con Patricia. Y no olvidemos que la trama sucede en Cádiz. Un asesino en serie en Cádiz, nada menos.

No es una novela muy larga, y me ha parecido que tiene las páginas justas, no necesitaba más. El estilo, además, es muy llamativo, muy de conectar con el lector. Se entremezcla la narrativa con el pensamiento o el supuesto diálogo en directo, y en ocasiones consigue hacernos sonreír (recordemos que este tipo de novelas esconden siempre grandes dramas; no es fácil meter humor en estas circunstancias).

Me gustó al empezar, pero conforme iba terminando me iba gustando más, y creo que es porque Daniel Fopiani sabe crear tramas pero sobre todo tiene un fuerte que explota muy bien: el perfil psicológico, y eso hace que conforme lees estés más cerca de sus personajes. Sí. Sus personajes engrandecen la novela. La recomiendo.

Anika Lillo

Foto homenaje: