el negocio del sexo
Título: el negocio del sexo
Título Original: (el negocio del sexo, 2008)
Autor: Lucía Martín
Editorial:
Arcopress
Copyright: 1ª edición: abril de 2008
ISBN: 9788496632394
Etiquetas:
Argumento:
En
esta radiografía que Lucía Martín realiza sobre
el negocio del sexo, la periodista
y escritora aporta datos bastante significativos sobre el tema en cuestión, dedicando
cada uno de los capítulos del libro a analizar los diferentes ámbitos en los que
el sexo resulta de lo más lucrativo. En la mayoría de ellos es bastante difícil,
sino imposible, dar cifras exactas de beneficios o que no estén debidamente infladas
por sus responsables. No obstante, la autora aporta muchísimos datos a ese respecto,
tanto estadísticos como económicos.
En ese sentido, se puede afirmar que los españoles consumimos cada vez más
porno o compramos juguetes eróticos
sin ningún tipo de problemas, especialmente las mujeres, que ya tienen jugueterías
especialmente pensadas para ellas o pueden celebrar sesiones de Tapersex
en un domicilio particular (como las reuniones de tuppers, pero con juguetes
eróticos) donde adquirir cómodamente y sin salir de casa estos objetos. A destacar
también el útil y manejable consolador i-pod.
Por otro lado, hay un sector bastante importante de la población que parece cada
vez más preocupado por la apariencia y el tamaño de sus genitales -tanto hombres
como mujeres- y esto se deduce porque cada vez son más frecuentes las operaciones
de cirugía de partes íntimas (¡¡incluso las de reconstrucción de himen!!). Las más
solicitadas por las mujeres son la labioplastias (reducción de labios menores) y
la clitoplastias (reducción de clítoris). En los hombres el alargamiento del pene
y la liposucción del pubis.
Hay un aumento bastante considerable y constante además de páginas con contenidos
pornográficos -para ver pornografía, para tener contactos sexuales, etc.- no sólo
en Internet sino también en los teléfonos móviles, algo que perjudicado en cierta
manera el consumo y venta de dvds eróticos o pornográficos. Sin embargo, parece
ser que el negocio de las pelis porno sigue dando pingües beneficios a sus productores
y actores (aunque estos deban alternar esta profesión con otras, como por ejemplo,
con la de stripper como le sucedió nada y más nada menos que a Nacho Vidal).
Estos films van dirigidos principalmente al hombre aunque cada vez se hace
más films para el consumo exclusivamente femenino.
Los números de teléfono con prefijo 803, especialmente dedicados a contenido erótico
parecen gozar de también de un amplio margen de beneficios, aunque en este caso
son básicamente hombres los que acuden a estos servicios.
De igual modo, se aportan muchos datos sobre la prostitución en España (y del resto
de Europa), cómo están legislado el tema, qué derechos tienen las prostitutas, cuáles
aspiran a conseguir, cómo está penada (tanto para el que el cliente como para la
meretriz), cuáles son los lupanares más espectaculares, etc.
También se describen todos aquellos lugares en donde se realizan intercambios de
pareja o todo tipo de relaciones sexuales con extraños: cómo funcionan, cómo se
acceden a ellos, precios o tarifas, etc. y que resultan ser también un gran negocio.
Los capítulos más curiosos, sin embargo, son aquellos en los que se nos narra la
historia del vibrador -que primero fue utilizado como un instrumento médico- o del
condón -que fueron fabricados con diferentes materiales a cual más dispar- (con
fundas de lino en el Antiguo Egipto, con intestinos de animales en 1640 o con caucho
indio en el siglo XIX) hasta la aparición del látex líquido.
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Opinión:
Carlos Salas (director del diario Metro), en el prólogo que introduce este
libro, define "El negocio de sexo" con la siguiente
afirmación: "Los que esperan encontrar escenas de sexo en estas páginas, hallarán
cifras. Y los que esperan hallar cifras se toparán con crudas escenas de sexo"
La verdad es que no le falta razón, sobre todo en lo de las cifras.
Lucía Martín ha realizado un ardua labor de investigación y documentación
para escribir este libro: ha visitado muchos de los lugares que describe (lupanares,
hoteles, ferias de sexo, rodajes de films porno, locales de intercambio sexual,
jugueterías eróticas, etc.), pero también ha consultado mucha hemeroteca y libros
relacionados con el tema en cuestión.
De este modo, Lucía consigue un texto no exento de rigor pero sobre todo bastante
divertido y ameno -se lee en un tarde "tonta" de verano- al que quizá le sobre un
poco tanto dato y tanta estadística, algo que índica realmente que no se trata de
una investigación gratuita o baladí, sino bastante currada, pero que a veces apabulla
o aburre. Pero el material que aporta es tan bueno que este defecto queda
bastante disimulado y termina teniendo poca importancia a la hora de hacer un balance
final del libro.
En "El negocio del sexo" se habla
de tantas cuestiones curiosas o desconocidas para mí que nada más que por eso ya
me mereció la pena leer el libro. Y es que en estos temas me considero un auténtico
"Paco Martínez Soria del sexo", por lo que libros como éste para mí siempre son
de agradecer para aumentar mi cultura
erótica-festiva que, al parecer, es
la misma que la tienen la mayoría de los españolitos y españolitas de a pie.
Todo un consuelo.
Joseph B Macgregor
Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com
Comentario de los lectores:
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