La librería de Michelle

Opinión:

La verdad es que este año estoy teniendo mucha suerte con las lecturas que encuentro. La última que me ha llegado muy adentro ha sido esta novela de Verónica Fernández con un título de lo más significativo: "La librería de Michelle". Espasa acaba de editarlo con una portada que no pasa desapercibida en la que se ve una furgoneta Volskwagen (de las antiguas, la de los hippies de los 60) verde, llena de libros.

Es una novela que va más allá de las palabras. Desde las primeras páginas te das cuenta de que su autora la ha escrito desde el fondo de su corazón, que ha puesto en cada palabra un montón de sentimientos y sensaciones las cuales se transmiten al lector. Al mismo tiempo, es todo un homenaje a la Literatura y a todo lo que nos transmiten los libros. También lo es al verano.

La novela carece de diálogos pero esto no se convierte en algo negativo. Es más, creo que no son necesarios ni para conectar con la historia que nos narra ni para que sea una lectura con ritmo y adictiva. Jaime, uno de los protagonistas, es el narrador de la misma. Él es quien nos presenta a Michelle y nos permite ver todo lo que provoca su presencia en un pueblo como Vinuesa en 1977. La crónica social e histórica está, en este sentido, muy presente. La historia tiene una gran dosis de nostalgia ya que, sin estar muy relacionados con la trama, te trae a la memoria recuerdos de otros veranos. Personalmente, y no sé muy bien por qué ya que nada tienen que ver, el personaje de Michelle me ha recordado al de Julia, de Verano Azul, quizá porque ambas eran unas mujeres con una personalidad que destacaba, que se hacían notar y valorar. Michelle aporta su toque de frescura no sólo porque sea francesa, sino por la librería que quiere montar. No va a hacerlo en una gran ciudad sino en un pueblo y con la mitad de los libros que va a vender en francés. Pero a ella no le acobarda esto, todo lo contrario. Es un personaje que transmite mucha energía positiva, te contagia el entusiasmo que tiene, la pasión que siente por los libros. Es un personaje entrañable.

Frente a ella está Jaime, acaba de terminar COU y va a empezar el próximo curso Medicina. Él es de Madrid pero veranea en Vinuesa. Pese a ser de una gran ciudad aún no lo ha descubierto todo. Trabajar con Michelle en la librería le abrirá los ojos. El verano que comparte con el lector va a ser clave para él. Me ha parecido, también, un personaje muy bien elaborado. Es una tónica en el resto. Verónica Fernández da vida a personajes que son reales, con unas ideas y personalidad perfectamente desarrolladas. Es muy fácil que el lector se identifique con ellos. Son muy buenos.

Esta novela no hay que perdérsela. Sólo por gozar de la prosa de su autora vale la pena pero es que, al mismo tiempo, hay en ella una gran pasión por la lectura y los libros. Es una historia que te hace replantearte muchas cosas, Yo, cuando la he acabado, me han entrado ganas de buscar una Volkswagen Samba (roja en mi caso) y hacer como Michelle: llenarla de libros e irme a un pueblo a montar una librería.

Ysabel M.