La hermandad de los elegidos

Opinión:

Joseph B Macgregor 

"La hermandad de los elegidos" es la primera novela publicada en formato papel de M. C. Mendoza, una joven licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo (trabaja como funcionaria en la administración del Principado de Asturias), que lleva bastante tiempo dedicada a diversos menesteres literarios. Desde hace bastantes años viene exponiendo por puro placer sus opiniones de los libros que lee en sus blogs, expresando sus "polémicas" opiniones en diversos foros de literatura, "colgando" on line sus libros en formato digital tanto en su web personal como en Anika entre Libros (concretamente, los cuatro tomos de la serie "Regina Irae") hasta que por fin ha conseguido ver un libro publicado por un editorial, VíaMagna: "La hermandad de los elegidos", con el que Mendoza se apuntaría(presuntamente) a la moda iniciada por "El código da Vinci", en torno a investigaciones esotéricas sobre el Santos Grial, Los Templarios, códigos o mensajes secretos escondidos en obras de arte (en este caso el libro de un alquimista) etc. Lo cierto es que estos temas interesaron a la autora desde siempre y por supuesto mucho antes de que el best-seller de Dan Brown fuera publicado.

En algún foro de Internet, M. C. Mendoza ha mostrado con frecuencia su total desacuerdo con "El código da Vinci"; lo considera un libro poco original y muy "mal escrito" (lo mismo que opinan algunos de sus personajes). Por otro lado, ha criticado también, a veces muy duramente, a autoras españolas que abordan en sus libros la aventura de investigación esotérica o histórica como Matilde Asensi o Julia Navarro. Por eso, me chocó bastante que a la hora de publicar su primera novela, Mendoza optará por una trama y unos personajes que parecen seguir el mismo esquema de estas escritoras: varios personajes (como mínimo, un hombre y una mujer, al que se le suelen unir otros compañeros de fatiga) se encuentran o se reúnen para tratar de desentrañar un misterio o un secreto de proporciones épicas, y para ello deberán viajar a través de diversos lugares del mundo, hasta finalmente desentrañar el enigma (de resolución "asombrosa"), enfrentarse a los "malos" de turno y al final todos contentos. Tengo que decir que semejante esquema no me parece del todo mal ya que, desde mi punto de vista, conecta a estas autoras con el mundo de Cómic o de la novela gráfica. Muchos de estos libros tienen bastante en común con el mundo de Tintín, por ejemplo.

Sin embargo, Mendoza escoge a uno de sus personajes, la periodista Cristina Lara Valls, como portavoz de sus opiniones (sobre libros, bestsellers, foros de Internet o la pedantería), de sus aficiones (lee sus libros favoritos, participa en foros de literatura, le gusta conversar por el Messenger…), de sus ideas o sus anhelos, por lo que no tardamos en saber cuales son sus intenciones al escribir este libro. Concretamente, en el capítulo XI, la joven le expresa a Thierry, el ladrón de guante blanco, sus deseos de convertirse en escritora y hacer una novela inspirada en los acontecimientos que está protagonizando. Le gustaría escribir una narración de aventuras, en la que se unan misterio con temas esotéricos, pero desearía llegar mucho más lejos: intentaría además subvertir los principios del subgénero, de manera que gustara a los consumidores de best-sellers, pero también a los lectores de "alta literatura". Pues ahí es nada.

Empresa arriesgada y difícil sin duda alguna la de M. C. Mendoza, pero que algunos autores libraron con bastante éxito, como por ejemplo Umberto Eco con "El nombre de la Rosa".

A priori, lo más difícil de todo es encontrar el equilibrio entre "calidad" y entretenimiento. En ese sentido, la novela la he vivido como más interesante o más "seria" durante los primeros capítulos, más o menos hasta la aparición de Stefan. Durante esta primera parte, lo que prima es la investigación rigurosa, al viejo estilo Julio Verne (similar a la que desarrollan, por ejemplo, el profesor Lindenbrock y su sobrino al comienzo de "Viaje al centro de la Tierra"), con dos personajes: un hombre racionalista confrontado con una periodista que cree que hay algo más allá de la realidad. Sin embargo, aunque semejante duelo (bastante clásico, por otro lado) se me antojaba de lo más sugerente o motivador, lo cierto es que tal opción es pronto abandonada por la autora. Parece que no le interesa demasiado que Cristina y Fernando sean una especie de Mulder y Scully a la española.

Después la narración da un quiebro y se convierte en el típico relato de aventuras de corte esotérico, más divertida y bastante más alocada en general que lo que se podía sospechar al principio. ¿Es esto malo? En mi opinión, no. Comienza entonces una trama bastante entretenida, donde es difícil saber quién es el bueno y quién el malo, y donde la investigación seria y rigurosa queda un tanto asfixiada o apagada por la sucesión de acontecimientos o aventuras experimentadas por los personajes del enredo, que se va haciendo cada vez más extravagante, una suerte de folletín de aventuras y misterio por entregas: tenemos a un "malvado" de película de James Bond, con esas ansias por dominar el mundo, que debe recibir su merecido. También hay peleas a puñetazos contra crueles sicarios, megalomanía a raudales, delirios de grandeza, no sólo por parte del Malo sino también en alguien como Christie, un sujeto cuyos actos aparentemente se mueven siempre por pura filantropía. Hay además persecuciones, raptos, viajes de un extremo a otro de Europa, romances de "novela". Incluso, el personaje de Thierry no esconde tampoco su deuda con los seriales de Arsenio Lupín de Maurice Leblanc.

Así que, desde mi punto de vista, no está del todo conseguido ese equilibrio argumental, aunque la verdad que esto no me parece un defecto, sino algo que caracteriza a la novela best-seller española de siempre. "La hermandad de los elegidos" tiene bastantes puntos en común con Asensi, Navarro o Pérez Reverte, es decir se lee muy bien, entretiene e interesa. Pero no sólo por eso: a Mendoza le interesa también sustentar en base sólida su "Macguffin", algo que también le gusta hacer a estos autores.

Pero ¿qué es el "Macguffin"?

Hitchcock definía este concepto (inventado por él) en sus famosas conversaciones con Truffaut, al referirse a esa excusa que motiva los conflictos en los que los personajes de sus films se veían envueltos. Podía ser uranio, una fórmula matemática… pero al final esto no tiene la menor importancia. Lo que debe prevalecer es la acción, la emoción, la intriga, que pasen cosas. Creo para Mendoza (y para Navarro, Asensi…) el "Macguffin" sí es importante. Hay una labor grande de investigación y documentación, tan profunda y exhaustiva, hasta el punto que en ocasiones llega a apabullar un poco. En ese sentido, la investigación de Fernando y Cristina parece estar muy bien fundamentada, así como las conclusiones finales que resuelven el enigma. Por eso sí que me parece muy original (y muy diferente a la que proponía Dan Brown) por ejemplo la respuesta final sobre qué era en realidad el Grial y para qué servía. Y esto le da un valor especial al libro, no cabe duda. Que se nota que se lo ha currado mucho y que el acabado final es bastante bueno.

Esto va dedicado especialmente para aquellos que os interesan estos temas pero a la vez estáis ya bastante escarmentados de que os vendan "gato por liebre"; aquí al menos vais a encontrar elementos bien documentados y sólidamente fundamentados. Y además, una novela entretenida, muy bien llevada y que os divertirá gratamente.

Joseph

Miguel Angel León Asuero

"La hermandad de los elegidos" es una novela que, siendo muy amena, estando muy bien escrita y fundamentada y manteniendo enganchado al lector desde el principio, nos cuenta una historia de aventuras mistéricas que también sirve para poner en evidencia a otras novelas del mismo corte que adolecen de lo principal: una trama sólida, un autor que realmente sepa escribir y una base documental para lo que se narra.

Nada que ver con "El código Da Vinci", que queda a años luz.

"La hermandad de los elegidos" me parece una obra bien elaborada que aúna intriga, humor, historia, saber, amoríos (aunque especiales), viajes, búsquedas, misterios, descripciones magníficas (como la partida de ajedrez entre la periodista y su contraparte, imaginación, etc. Eso la diferencia del resto de novelas "de moda", que mantienen un solo frente abierto hacia el "misterio-marketing", y pasan por alto las muchas posibilidades que puedan ofrecer los personajes, los lugares y todo lo que vaya apareciendo a lo largo de la historia que se cuenta.

Un magnífico inicio para M. C. Mendoza en las librerías que seguro se verá afianzado por posteriores obras.

Miguel Angel León Asuero