La fruta del borrachero

Opinión:

"La fruta del borrachero" es la ópera prima de su autora, la colombiana Ingrid Rojas Contreras. Toda una delicia que ha publicado Impedimenta dándole, aún más, un sello de calidad y garantía literaria.

La historia que nos narra es verídica y nos traslada a la Colombia de los años 90. A un país marcado por la violencia a tres bandas: guerrilla, paramilitares y narcos capitaneados por Pablo Escobar. En este ambiente crecen las dos protagonistas, dos niñas pertenecientes a clases sociales muy diferentes pero que tienen en común que, ambas, van a sufrir esta violencia. Van a ser víctimas de una violencia de la que no entienden absolutamente nada.

Estas dos protagonistas son Petrona y Chula. Esta última, además, es la voz narradora. Ella empieza a contarnos esta etapa de su vida desde su refugio en Estados Unidos adonde huyó con su familia después de que la guerrilla secuestrase a su padre. Chula es una refugiada. En Colombia se ha quedado Petrona. Ella ha vivido en los barrios pobres en una de las Invasiones (que son como las Favelas de Río de Janeiro), Bocayá. Un lugar marcado por esa violencia sin freno que no distingue a culpables de inocentes. A pesar de pertenecer a mundos distintos, entre Chula y Petrona se establecerá un nexo. Se llevan pocos años, cuando Petrona entra a trabajar en su casa tiene sólo 13 años y ella 6, y puede decirse que surge una amistad y complicidad entre ambas.

De las dos, la más frágil es Petrona pues vive al límite casi. Miembro de una familia numerosa debe ocuparse de sus hermanos pequeños, su novio Gorrión pertenece a la guerrilla, también Petrona sufre el asesinato de su hermano. Toda esta violencia va a marcarle porque no llega a entenderlo.

Lo mismo le ocurre a Chula. A pesar de vivir en la zona alta de la ciudad, de que su padre tenga un buen trabajo, no escapa a esta locura. Su padre será secuestrado (algo habitual en esa Colombia de los 90), también será testigo de un atentado cometido por Pablo Escobar. Chula, al igual que Petrona, se planteará el por qué y el por qué luego debe huir a Florida.

Tanto Chula como Petrona representan a todos esos niños que vivieron esos acontecimientos. Son un retrato de esta parte de la historia de Colombia que, ahora, la televisión trata de dulcificar un poco pero que fue un auténtico infierno con muerte y violencia por todas partes.

Esto es lo que más destaco de "La fruta del borrachero", la valentía que ha tenido Ingrid Rojas Contreras al mostrar esta realidad sin edulcorar nada. Además, me ha parecido una escritora muy buena. Tiene un estilo que logra seducir al lector y atraparle. No puedes dejar de leer una vez has empezado su novela. Me ha gustado mucho, una frase que he leído en la hoja dossier que acompaña al libro y que es de Sandra Cisneros, creo que son unas palabras que definen muy bien la esencia de esta novela y el por qué: "Cuando las mujeres de color escribimos una historia, vemos el mundo como nunca antes lo habíamos visto" y estoy totalmente de acuerdo con ella. "La fruta del borrachero" es una novela impactante que impresiona al lector. Es muy buena en todos los sentidos. 

Toda una recomendación que no va a defraudar.

Ysabel M.